martes, 5 de septiembre de 2017

Aclaraciones pertinentes sobre el atentado yihadista en Barcelona [Recopilación documental]; Equipo de Bitácora (M-L), 2017


«El bombardeo de mentiras y ocultamiento de la prensa al respecto de las causas del atentado en Barcelona y del rol de la religión musulmana, tienen como objetivo la manipulación. Veamos punto por punto lo más importante a clarificar.

El análisis de los medios de comunciación sobre los atentados yihadistas

Tras los atentados del 17 de agosto de 2017 ha sido realmente bochornoso ver cómo los medios de comunicación burgueses hablan de este fenómeno. No buscan entender cuáles pueden ser los motivos que llevan a jóvenes menores de 25 años a radicalizarse y cometer un acto así, pasan de lejos por cuestiones elementales tales como: la inadaptación, el desempleo, la frustración, la discriminación, la falta de oportunidades, y un largo etc. que resultan de las relaciones capitalistas de producción que imperan y dan lugar a la exclusión, y que por lo demás redunda en el autoaislamiento subjetivo y cultural que se condensa en un proceso de «guetificación» que sufre buena parte de la inmigración y población musulmana, algo que se expresa en el sentimiento de «ellos y nosotros» en uno y otro lado. 

Tampoco se analiza qué argumentos pueden vender los imanes «salafistas» para convencer a estos jóvenes para que desarrollen una ideología antioccidental que muchas veces se solapa al «takfirismo» –es una corriente fundamentalista del islam que acusa a otros musulmanes de herejía al no tener una lectura fundamental y por tanto de enemigos de Alá y el islam–; que los lleva en definitiva a perpetrar atentados contra objetivos civiles. También pasa desapercibido para esos medios la colaboración de España en las aventuras de Irak o libia, o los vínculos con Israel y EE.UU.; los dos países que más daño causan a los pueblos musulmanes hoy en día, y que de hecho están en el punto de origen del «yihadismo moderno», cuestión que si analizamos concluiremos que da argumentos de sobra a los fundamentalistas para nutrir su propaganda de un «islam sitiado» y a la defensiva ante la embestida del «cruzado occidental». 

La hipocresía de la prensa occidental llega al punto de que los atentados de París, por ejemplo, fueron publicitados a todas horas, mientras atentados de mucha mayor magnitud ocurren cada poco tiempo en otros países menos «populares» sin que tengan cobertura alguna, y de hecho la mayoría de ellos se dan en países de población musulmana. Así el yihadismo lejos de lo que se cree, ha atentado desde 2000 al 2014 en un 87% de países de mayoría musulmana, no de mayoría cristiana ni judía; de hecho, sépase como punto interesante no ha habido un solo atentado de ISIS contra Israel lo cual no puede ser una mera casualidad ya que ambos mantienen cordiales relaciones. Estos atentados han causado nada más y nada menos que más de 72.000 víctimas mortales, 63.000 de ellos en países donde el islam es la religión mayoritaria como decíamos: Irak han tenido un 7% de los atentados con 16.000 muertos aproximadamente; Afganistán un 4% con 14.000 muertos; Argelia un 2% con 2.300 muertos, Somalia un 1,5% con 3.600 muertos; Pakistán 1,4% con 7.2000 muertos; Nigeria un 1,2% con 10.000 muertos, etc. Datos irrefutables que desmontan la propaganda fascista de grupos como Hogar Social sobre el origen y el fin de estos atentados, pues los ocurridos en los países de Europa Occidental sólo constituyen un 0,1% de los 15. 818 atentados desde entonces. Durante la última década no hay por tanto un acoso a Europa como se dicen desde los medios fascistas. Ni siquiera con el recrudecimiento de los atentados en Europa con los sucesos de Berlín, Bruselas, Niza, París, y demás modifica el hecho de que se está muy lejos de igualar lo que sufren los países africanos o asiáticos con el yihadismo. Otro dato: en 2017 de las 10.000 víctimas en los 939 atentados, un 95% se produjeron en países de mayoría musulmana. ISIS pretende atentar en esas zonas musulmanas porque a sus ojos son gobiernos traidores de la doctrina del islam.

España y la doble moral de su gobierno es tal que es uno de los mayores exportadores de armas del mundo –la séptima potencia mundial–, y lo hace tanto a países de los que se queja de «falta de libertades democráticas» –Egipto o Venezuela– como de otros de los cuales ni se molesta en denunciar esa falta de derechos mientras simplemente se llenan los bolsillos con los negocios y beneficios de la industria armamentística –Turquía, Marruecos o Arabia Saudí–.

Como anotación los métodos del yihadismo en Europa han evolucionado desde un uso de arma blanca, pasando por explosivos hasta el uso de vehículos, lo que indica que para perpetrar un atentado masivo no hace falta métodos sofisticados ni conocimientos especiales, y que como otros terrorismos de la historia es muy fácil de sembrar el pánico si se desea, más cuando por cuestiones de fanatismo religioso y la idea de una vida llena de lujos y placeres en el paraíso, los yihadistas a diferencia de anteriores terroristas, no están dispuestos a ser hechos presos sino a dar la vida en el sentido literal, incluso con atentados suicidas. Véase este caso donde los terroristas después de los atentados portaban chalecos-bomba falsos con el objetivo de ser abatidos tras cometer la masacre. Según dicen los analistas en próximos años los ataques yihadisas se podrían centrar en ataques informáticos y a recintos como centrales nucleares.

Vale decir que los partidos revisionistas como siempre han hecho seguidismo sin hacer un análisis propio de la cuestión aprovechando la ocasión para rascar algo de simpatía publicando breves artículos que no ahondan en nada como han hecho el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) o su mutación Reconstrucción Comunista (RC). No se puede esperar otra cosa diferente de este tipo de escoria.

Otra cuestión a considerar es que si bien la célula que atentó en Barcelona está compuesta por elementos que proceden de familias de inmigrantes, pero no es menos importante que estos llegaron a España siendo niños. Es decir, estamos ante el hecho de que esos jóvenes fueron íntegramente educados en suelo europeo, con el añadido, y al juzgar por las declaraciones de sus entornos, la radicalización se ha dado en un tiempo relativamente corto sin que nadie sospechase nada. Esto nos lleva de nuevo a las causas económicas-políticas ya expuestas. Y de hecho desmonta otro de los argumentos de los medios de ultraderecha: «que la causa de estos atentados estaría en la acogida de refugiados».

Casi ninguna gran cadena de noticias ha hecho mención a la vinculación de Arabia Saudí con el Estado islámico, Daesh o también denominado ISIS. Siendo que Arabia Saudí figura entre los mayores financistas de esta agrupación terrorista que se calcula en unos 2.000 millones de dólares anuales para infraestructuras, armas, mezquitas e imanes radicalizados en gran parte de países europeos y no europeos. Tampoco se ha relacionado los buenos tratos de Trump o del Rey Felipe VI de España –y su padre el Rey emérito Juan Carlos I–. Es más, España vende armas a Arabia Saudí para reprimir a su pueblo pero también para revenderlas o regalarlas a los terroristas yihadistas. Ni se ha hecho la debida mención a la autofinanciación del Estado islámico a través de países como Turquía o Israel que compran el gas y el petróleo de ISIS, pero no solo ellos, sino de países de la UE o Estados Unidos. Los comentarios en los medios sobre la financiación del yihadismo han sido surrealistas, achacando todo más a botines de guerra de ISIS que a financiación externa, directa y manifiesta. Lo mismo podríamos decir de las relaciones entre Qatar e ISIS, siendo la burguesía europea una de las mayores beneficiadas de las relaciones con las marcas de Qatar; y España es uno de los destinos favoritos de los inversores cataríes con 6.000 millones desde el año 2011. Incluso Hilary Clinton ha sido ejecutiva de la empresa Lafarge implicada en el escándalo de compra y venta de cemento y petróleo al Daesh.

Cómo se trata la cuestión religiosa y nacionalista en el discurso mediático sobre los atentados

No hay que engañar a la gente con el tema religioso. Los medios liberales no han criticado la religión musulmana básicamente porque la burguesía tiene un pacto de no agresión con las religiones consolidadas en España, la burguesía sabe por experiencia que la religión es su mejor aliada, en el caso de la burguesía imperialista española además es consciente de que el islam es inherente a gran parte de los inmigrantes asentados y nacionalizados españoles, así como para otro nutrido número en «situación de ilegalidad» pero que aún así forman parte del tejido productivo y de la actividad social. Por tanto para combatir el yihadismo saben que a estas alturas no se puede recurrir a contraponerlo con una vuelta al cristianismo católico más rancio e intransigente, porque la mayoría de la población indígena de España ya ha mostrado su indiferencia hacia la religión –siendo en muchos casos más una cuestión de «postureo» que de creencia, no cumpliendo ni de lejos con sus dogmas–, pero tampoco cabe para la burguesía la opción de una educación basada en el ateísmo científico para combatir el yihadismo a nivel nacional e internacional, porque básicamente estaría trabajando en contra de sus intereses de clase, ya que eso supondría barrer con todas las religiones y hacer a los trabajadores partícipes de una conciencia real del mundo que les rodea, avanzar en su formación ideológica y por tanto, empezar a plantearse que otros dogmas deben ser derribados como es el caso de la propiedad privada, creencias como la de que «el empresario es el que crea y da trabajo», etc. Un lujo que la burguesía no se puede permitir sin poner en riesgo sus intereses de clase.

Estos atentados llevan consigo una nueva oleada de intolerancia hacia los extranjeros y en especial a los individuos de aquellas poblaciones que profesan comúnmente el islam: como ya hemos visto este acto ha servido de punto de apoyo a grupos fascistas y reaccionarios de todo tipo que están gestionando el atentado para azuzar la agudización del racismo y la xenofobia que tendrá como víctima en general a la inmigración y en particular a los musulmanes, de hecho ya se han visto las primeras manifestaciones de grupos como Hogar Social amenazando a extranjeros con pintadas o manifestaciones del mismo estilo. Hay que recordar lo que significa el racismo y el nacionalismo, y sus usos históricamente:

«El nacionalismo tiene su origen en la premisa falsa y reaccionaria de que los pueblos están divididos en razas superiores e inferiores, «perfectas» e «imperfectas», y que las razas «superiores» deben dominar a las otras.

Una forma especialmente detestable y odiosa de nacionalismo burgués es el racismo, que divide a los pueblos en gobernantes «natos» y esclavos. Todos saben que el racismo fue la ideología oficial de los fascistas alemanes e italianos y de los militaristas japoneses. Los bandidos fascistas proclamaron abiertamente el derecho de la raza «superior» a esclavizar y exterminar a otros pueblos.


El racismo sirvió a los hitleristas como justificación de sus planes salvajes para conseguir la dominación del mundo. Es característico, sin embargo, que mientras de palabra declaraban al pueblo alemán como la raza «superior», de hecho, lo consideraban simplemente como carne de cañón para lograr los objetivos de rapiña de los monopolistas alemanes.


La ideología del racismo ahora ha sido inscrita en la bandera de los nuevos contendientes por la supremacía mundial: los imperialistas anglo-estadounidenses. La banda corrupta de políticos y científicos al servicio de los jefes de Wall Street y la City exaltan la superioridad imaginaria de la raza anglosajona sobre los demás pueblos.


Bajo la bandera del nacionalismo, los imperialistas traman conspiraciones contra la libertad y la independencia de los pueblos, organizan guerras de rapiña, inflaman conflictos nacionales entre los trabajadores, y saquean y oprimen a los pueblos coloniales. El nacionalismo es al arma viciada que utiliza la burguesía en su aplicación del viejo principio de los esclavistas «divide y vencerás». (S. Titarenko; Patriotismo e internacionalismo, 1950)


Las personas de mente aguda verán que el fascismo y el yihadismo van de la mano; nacionalismo, religiosidad a ultranza, modo de pensar patriarcal, belicosidad, y lo más importante para el tema que hablamos: uno suele crecer exponencialmente junto al otro ya se dan motivos recíprocos para la desconfianza y así como para retroalimentar sus mentiras y engaños. Así mismo el yihadismo va de la mano del aumento de los beneficios para la industria armamentística y el establecimiento de nuevas leyes de seguridad. ¿Es evidente como de beneficioso vuelve a ser para la burguesía un fenómeno que en principio no lo parece a simple vista? Algunos ven el yihadismo solamente como un peligro y problema para los gobiernos occidentales, pero si se analiza se ve que la burguesía puede aprovecharse de él y que incluso le conviene darle cierta manga ancha siempre que no se descontrole demasiado. El crear el ideario de un pequeño grupo de terroristas amorales que lucha llevándose de forma indiscriminadas víctimas inocentes contra un gran gobierno unitario y preservador de los «valores culturales de la nación como la libertad» es un esquema muy bonito e idealista en el que la burguesía se siente a gusto, refuerza su autoridad frente a sus séquitos y sirvientes, y de paso cumple el rol de dispersor de los temas centrales de la lucha de clases.

No se puede reducir todo atentado existente como hacen algunos a un «ataque de bandera falsa» autoperpetrado por la burguesía en el poder porque sería algo irreal. El terrorismo bien sea provocado de forma directa o indirectamente también acarrea a su vez problemas para la misma burguesía en el gobierno, ya que desde grupos rivales políticos se le reclama por no saber atajar la oleada de ataques terroristas y no «saber defender a la ciudadanía», se crea un desconecto entre las masas trabajadoras por el estado constante de inseguridad en las calles, y por último económicamente supone un freno en sectores como el turismo que afectará a la burguesía y pequeña burguesía. Por ello la burguesía en el poder no puede hacer uso exclusivo del fenómeno del terrorismo para mantenerse y reforzar su posición de poder, más bien puede aprovecharse del fenómeno una vez acaecido o fomentarlo en diversos momentos para fines muy concretos, pero sin pasarse, ya que las consecuencias pueden suponer su caída política en favor de otras agrupaciones. Por ello en cada atentado terrorista debemos analizas todo sin apresurarnos a simplemente calificar sin pruebas concluyentes que los atentados terroristas siempre son autoataques, sino nos acercaríamos más a charlatanes de la «conspiranoia» que a analistas marxistas.

Como ya expresamos sobre el idilio del terrorismo y la burguesía en cualquier época, hay que saber que:

«La cuestión del terrorismo es para la burguesía un juego permanente de equilibrismo». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos oportunistas del PCE(r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)

Cómo se aprovecha del fenómeno yihadista la burguesía occidental

En esa encrucijada en que se ve la burguesía española con el tema de la cuestión yihadista y la cuestión religiosa se puede notar que si lo maneja bien puede aprovecharse del fenómeno yihadista para azuzar las medidas de seguridad y de tipo «antiterrorista», medidas que debido a su ambigüedad se usan no solo para la teórica «lucha contra el yihadismo» sino también para resguardarse las espaldas en las venideras luchas de los trabajadores contra la patronal. En ese sentido, y no podía ser de otro modo, el terrorismo yihadista opera en contra de los intereses de las clases trabajadoras y en beneficio de la burguesía gubernamental. Ya hemos explicado en otras ocasiones la relación histórica que guardan las leyes antiterroristas con las bandas terroristas de los 60 y 70 en Europa y su evolución para adaptarlas al fenómeno del nuevo terrorismo yihadista. En los países que no tienen legislación antiterrorista se legisla como delitos comunes, a excepción de países donde generalmente han existido varias bandas armadas y que a su desaparición simplemente se ha adaptado el viejo código o se ha creado uno nuevo partiendo del anterior actualizándolo para aplicarlo para el yihadismo:

«Aquí se comprueba que estas leyes antiterroristas son realmente ambiguas, se pueden aplicar a cualquier mando que subjetivamente crea que hay sospecha de actividades terroristas y al activarse se tiene derecho a propasarse con la intimidad del investigado y hasta quedarse con los bienes del mismo y su organización si es declarado culpable. ¿Significa que todos estos países son fascistas o que es un reglamento jurídico clásico de las democracias burguesas para aprovecharse del fenómeno del terrorismo? En realidad estas leyes son visibles en la mayoría de países europeos que tuvieron en su seno bandas terroristas durante los años 70:

Pero no olvidemos para que se implantaron en su momento:

«En los años 70 era muy común la denominación de terrorista a cualquier grupo que usara la violencia como método de autodefensa, en forma guerrillera, insurreccional, en forma de terrorismo individual sin conexión con las masas, etc., con ello los gobiernos buscaban que su población relacionase a los partidos marxista-leninistas con los grupos de bandidos, anarquistas y terroristas». (Equipo de Bitácora (M-L); Las primeras polémicas decisiones gubernamentales de Trump [Recopilación Documental], 2017)

Como dijimos pues:

«Las leyes antiterroristas han sido actualizadas desde entonces, ahora bajo la excusa del yihadismo, un nuevo fenómeno terrorista que la burguesía explota en sus medios de comunicación amplificando la histeria. Una vez más insistimos en que el terrorismo es uno de los juguetes preferidos de la burguesía para amedrentar y distraer a las masas trabajadoras de los problemas sociales candentes mientras se llena los bolsillos en materia de equipos de seguridad o vendiendo las armas a los mismos que dicen son el peligro». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos oportunistas del PCE(r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)

Por ello el problema del yihaidismo una vez planteado para la burguesía española, lo intentará desviar hacia los cauces requeridos por ella: intentando obtener un número bajo de atentados para no dañar demasiado la imagen de sus cuerpos de seguridad ni perder crédito político ante sus votantes, intentando impulsar y aprovecharse de sus leyes antiterroristas para aplicarlas a otros ámbitos como por ejemplo huelgas.

El yihadismo contemporáneo da la oportunidad perfecta a la burguesía de reforzar la idea político-ideológica de que la democracia burguesa ocupa un lugar intermedio entre los «extremismos» y «totalitarismos». Se nos ofrece como el baluarte del sistema político-económico más democrático de la humanidad, en el cual se promueve y financia –incluso con ayuda estatal– la religiosidad en la cultura sin complejo alguno bajo la excusa de la «diversidad cultural y de atender las necesidades de los creyentes» –como si la religión fuese una «necesidad» para una persona, se expone y se anima la diversidad religiosa como un ejemplo de «progresismo» manifiesto de una sociedad. Una gran pantomima.

El atentado también ha revelado a cabalidad otros problemas: la «gentrificación» que está sufriendo Barcelona, la expulsión de los barceloneses a causa del turismo, la especulación con la vivienda y la precariedad laboral, solo hay que ver la proporción de extranjeros víctimas del atentado. En el mismo sentido y sin menospreciar a ninguna víctima mortal, a los medios de comunicación les interesa el suceso, instigar el adormecimiento de las masas, por eso resulta más importante un atentado que los 300 trabajadores –uno menos que en el 2016– muertos en accidentes laborales en el primer semestre del año en curso. Así mismo el atentado ha servido a los nacionalista-chovinistas españoles y catalanes para intentar reforzar sus posturas respecto a la cuestión de la independencia siendo el atentado el arma arrojadiza. 

Además, ha quedado en evidencia que la «Policía de la Generalitat - Mossos d'Esquadra» en particular, y española en general, no han actuado para prevenir los atentados a pesar de la advertencia de instituciones belgas al respecto de la actividad del imán de Ripoll, ni tampoco después del aviso el 25 de mayo del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) de EE.UU. a los Mossos d'Esquadra sobre un posible atentado en verano en Barcelona, en concreto en las Ramblas, como ha salido a la luz en varios medios –tras semanas donde los Mossos y el Govern lo negaban. Estos hechos destapan que ha habido una completa negligencia como mínimo y que han osado mentir al público negando la advertencia que tenían sobre este tipo de atentados. Y algo que está pasando inadvertido: ¿Cómo es posible también que la policía sea incapaz de emplear formas no letales y abata a los terroristas sin más?

Tampoco podemos dejar pasar que se haya convertido a en una suerte de héroe a Josep Lluís Trapero –Mayor de los Mossos d'Esquadra– por la supuesta entereza en su trabajo. Algo absurdo cuando el fin de semana del atentado se fue tranquilamente a ver el partido Barça-Betis mientras otros hacían el trabajo antiterrorista, un tipo elevado a la celebridad por un incidente ligado a la lengua por el tema del catalán y el castellano, típica cuestión de polémica para nacionalistas de uno y otro lado. Este «héroe», como decimos, es el mismo que negó el día del atentado haber sido informado de que las Ramblas era un objetivo de los yihadistas, y el mismo que ha criticado a la prensa por dar luz a los hechos, posteriormente junto al conseller de Interior del gobierno de Cataluña Joaquim Forn reconoció haber recibido un «aviso poco creíble» de la posibilidad del atentado en las Ramblas.

El terrorismo, en este caso el yihadista, ha sido una oportunidad más para la burguesía 
–en especial catalana para sacar brillo y lavar la cara a sus medios de represión presentarlos como «héroes sin el reconocimiento debido por su lucha contra la delincuencia y el terrorismo», en este caso la campaña de marketing favorable ha ido hacia los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica de Cataluña, quienes últimamente se habían ganado una muy mala fama siendo más conocidos por las denuncias y sentencias judiciales por maltratar a los detenidos –algunos de ellos acusados por delitos menores–, o su último escándalo: la brutalidad contra los manteros en el Metro de estación de Catalunya, así que a los que pretenden magnificar a los cuerpos de seguridad de la burguesía catalana, les decimos que buen intento pero no pueden tapar el sol con un dedo:

«Observamos además como sectores que se pretenden de «izquierda» e incluso marxistas, sin ninguna idea clara de lo que estas fuerzas nacionalistas persiguen, apuestan por mostrarse como aliados y defensores de un proyecto burgués capitaneado por la burguesía catalana –Junts pel Sí– y la pequeña burguesía catalana –la CUP– que anhelan un Estado igual o más capitalista y represivo que el español, algo que se puede identificar en los actuales rasgos de la Generalitat en: 1) la brutalidad represiva de la policía autonómica –«Mossos d'Esquadra»–, y la protección de esos cuerpos por la justicia; 2) los muertos sistemáticos en los Centro de Internamiento de Extranjeros en los últimos años; 3) los centros de vigilancia electrónica y ciudadana; 4) los convenios firmados con el Estado de Israel, especialmente en materia de educación y militar; 5) el vaciamiento de contenido de la Seguridad Social; 6) la privatización de servicios públicos como el agua, así como de las redes viales; 7) los elevadísimos salarios de los funcionarios electos y camarilla cooptada, incluso superior a la del Estado español, etc». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)

He aquí una razón que explica porque para la burguesía el terrorismo es una escaparate para que se luzca la burguesía y crear en el colectivo mental que sus instituciones nos protegen, que están de nuestro lado. Lo peor es que como indicamos, hay muchos que les sigue el juego. La burguesía catalana independentista utiliza la supuesta buena actuación de los mossos para ejemplificar que sus cuerpos están preparados para asumir una independencia y desconexión total de España, –ya se habla de la creación de un ejército catalán–, mientras tanto dentro de la burguesía española, la «burguesía de izquierda» dice que la actuación ha sido genial y que tienen una gran policía autonómica, y la «burguesía más a la derecha» azuza a los mossos por las negligencias manifiestas en seguridad antiterrorista para ejemplificar que Cataluña no puede vivir sin la protección de España ni sin la colaboración entre la policía nacional española y la policía autonómica catalana para garantizar el bienestar de los ciudadanos catalanes. Cada burguesía juega su carta. La burguesía saca tajada de todo. 

¿Por qué la estrategia del ISIS es un fiasco para su proyecto de califato mundial?

La visión geopolítica y militar según la plantea ISIS, es una visión salafista, que es una variante radicalizada del sunismo, una de las ramas del islam, hoy la doctrina política oficial en los regímenes de Arabia Saudí y Qatar. Busca agrupar la «yihad» entre los círculos de los grupos y capas sociales que se han visto desplazados durante los últimos años y son susceptibles de radicalizarse –como pueden ser los suníes en el Irak post Sadam Husein y su pérdida del poder en las instituciones con el chii Nuri al Maliki, o como puede verse con los suníes en Siria que no tienen el control total del país desde los años 70 y la llegada de Háfez al-Ásad, alauita–.

El ISIS tiene una estrategia tal que en lo que respecta a Europa pretende ganar adeptos en base a agudizar la paranoia contra el musulmán, la persona de rasgos árabes y en general la xenofobia en toda Europa, sabe que los grupos fascistas abanderaran ese odio y que atacaran como ya están haciendo en Alemania, España, Polonia o Hungría a los extranjeros de países de origen musulmán. Los sujetos a captar son gente generalmente marginales, inadaptados, ignorantes –como en toda banda terrorista– pero con el añadido de que son individuos que sienten que todo un país, continente e incluso toda una cultura occidental está contra él por influjo de la propaganda. La forma indiscriminada de sus atentados hacen que –como le ocurre a cualquier banda terrorista pese a la etiqueta que use
– cause un rechazo mayúsculo que les niega todo apoyo real que les permita conformar un apoyo de masas que construya un Estado sólido; y cosechan un rechazo mayor incluso entre los sujetos que profesan el islam pues no solo no apoyan tal metodología para propagar su fe sino que los residentes en Europa saben que después de los atentados ellos tendrán que pagar los arranques de fobia contra lo extranjero. La imposición de reglas para muchos países ya anacrónicas y del medievo, hace incomprensible para la mayoría de la población aceptar su ideología. Se nota entonces que no hay posible vuelta a los califatos que anhela ISIS, porque simplemente con la brutalidad de sus atentados y proclamas se ponen en contra a la gran mayoría de la población mundial: cristianos, musulmanes, ateos, agnósticos y de todo tipo de personas más allá de sus creencias. La ideología hostil que profesan hacia religiones no musulmanes e incluso hacia otras ramas musulmanas que no siguen su credo, hacen que la limpieza étnica sea su carta de presentación en los lugares, avisando y poniendo de preaviso al resto de poblaciones y países fronterizos de la necesidad de luchar contra la mentalidad sectaria y fanática de ISIS. 

Otra prueba de esta intransigencia llevaba hasta extremos nunca vistos recientemente fue la destrucción de ciudades antiguas, monumentos, construcciones y todo tipo de restos arqueológicos de culturas consideradas como paganas para ISIS, así se presenció y se denunció desde las cuatro esquinas de la tierra las destrucciones causadas por ISIS en sitios como Dura-Europos, Nimrud, Mari, Hatra, Mosul, o Palmira con objetos de más de 3.000 años de antigüedad. Precisamente restos de otras civilizaciones y culturales que los distintos gobernantes musulmanes habían aceptado como parte de su patrimonio histórico, adaptándolos a la nueva religión gobernante pero en ningún caso derrumbando a golpe de martillo como hace ISIS.

No olvidemos que estos atentados son también una respuesta a la decadencia de ISIS en su llamado Estado, habiendo perdido cerca de las dos terceras partes del territorio que llegó a controlar a comienzos de 2015, calculándose además que en menos de 2 años no tendría fuerza para sobrevivir en los territorios que ocupa; así para ISIS el objetivo de estos últimos atentados es causar el máximo daño posible en Europa, África y Asia antes de que la financiación y medios sean menores.

¿Supondría eso el fin del terrorismo yihadista? No, porque los gobiernos que lo crearon y financiaron siguen en el poder, y quién sabe si podrán reavivar a ISIS, o crear un nuevo monstruo. Sin erradicar la religión y el capitalismo de la faz de la tierra, siempre habrá un caldo de cultivo para esas expresiones.

¿Es entonces el islam una religión de tolerancia y paz?

Estos días los medios de comunicación en España –salvo los más fascistoides como 13TV o Intereconomía– han dado voz a ideólogos liberales que defienden la religión musulmana y califican el yihadismo y el Daesh, como «una mala interpretación del islam». Estos comentarios ya han venido abundando y propagándose desde los primeros brotes de atentados yihadistas en Europa:

«Son los primeros que no siguen los preceptos; entre otras cosas, las muertes», reprocha Javier Rosón, analista del islam en Europa de Casa Árabe. Sin embargo, los terroristas del grupo «Estado Islámico» (EI) invocan el nombre de Dios al cometer atentados y pretenden erigirse como principales valedores del islam. Por culpa de ello, comunidades musulmanas de todo el mundo se ven obligadas a recordar que no los representan. Así, «el Corán tiene una ciencia aprobada mundialmente por todos los científicos. Lo que los terroristas hacen es un corta y pega al gusto», lamenta Abdelaziz Hammaoui, uno de los mayores estudiosos del islam en España: imán, teólogo musulmán, profesor de la Cátedra de las Tres Religiones en la Universidad de Valencia y presidente del Centro Cultural Islámico de Valencia... (...) «El islam es una religión de paz. Lo primero y principal es no matar a otro», subraya Javier Rosón. (...) Otro referente en España es Mounir Benjelloun, presidente de la Comisión Islámica de España y de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas: «Someter el islam a interpretaciones literales del Corán, sería injusto y equivocado». (...) Las excepciones en las que el Corán sí justifica matar a otra persona se resumen en una motivación por defensa propia. Se producen en el contexto histórico bélico en los inicios del islam y hoy sólo podrían ser aplicables si lo ordenase una autoridad estatal, coinciden todos los expertos consultados». (El español; Estado Islámico contra el Corán: las pruebas de que no tiene nada que ver con el islam, 14 de diciembre de 2015)

Aquí hay que hacer un alto. 

Primero: cuando aquí se habla que hay individuos de la comunidad científica que aprueban el islam, entendemos que se refiere a los mismos filósofos, teósofos, científicos y demás personalidades que a lo largo de la historia han intentado mezclar religión y ciencia, que son como el agua y el aceite. Un bluf a todas luces:

«Ese daño generalizado que causa la religión nace de ese «sentido común» que en gran medida está determinado por lo que la sociedad entiende como bueno o malo, es decir, del dualismo religioso que coloniza el pensamiento y que intoxica los procesos del razonamiento desde edades tempranas. De hecho, esta influencia es la que explica en última instancia el porqué sujetos con una gran preparación educativa, que les hace disponer de los elementos para cuestionar los dogmas religiosos, siguen atrapados por los mismos. (...) Las religiones se basan en la negación de la razón en favor de la supremacía de la fe –el dogma que todo lo explica sin explicar absolutamente nada–, la religión asienta sus pies sobre el idealismo filosófico, en especial se ha valido del relativismo, el subjetivismo o el escepticismo para negar la posibilidad de conocer –pues esto suponía poder poner en riesgo los débiles pilares de sus creencias. Recordemos que las religiones en general, son formas de dominación cuya lógica discurre inversamente al materialismo histórico, o lo que es lo mismo, su «lógica» –por decirlo de alguna manera– es que la realidad material fluye desde el ideal –dios–; que al ser aceptada como una cuestión inobjetable se acepta implícitamente que somos esclavos de un orden superior que desconocemos y al que está subordinada la materia; entiéndase que «la relación con dios» fue determinada por sociedades esclavistas de la Edad de piedra y esa es la razón última de que esa relación sea en condiciones de amo-esclavo. Además, la forma en que entienden la realidad hace que la misma no pueda ser estudiada, entendida, explicada o transformada; para esta lógica deísta lo material es insustancial, carente de procesos activos y condicionales. He allí la gran utilidad de la fe idealista para los poderosos». (Equipo de Bitácora (M-L); Materialismo dialéctico y religión; el conflicto permanente, 2011)

Como dijo un gran materialista:

«Donde la moral se funda en la teología y el derecho en la institución divina, se pueden justificar y fundamentar las cosas más inmorales, injustas e improbas». (Ludwig Feuerbach; La esencia del cristianismo, 1841)

No por casualidad en Europa de la Edad Media cuando los monjes cristianos monopolizaron la filosofía y otros campos se causó uno de los mayores atrasos en la historia del conocimiento y el saber científico, por todos es sabido que los dogmas de San Agustín y Tomás de Aquino que daban una explicación religiosa al mundo fueron tomados como interpretación oficial de la iglesia hasta hace bien poco, y de hecho hoy siguen utilizándolos a baja escala; este mismo retroceso fue causado por el islam a otros pueblos, adaptándose en sus zonas unos Estados teocráticos, adoptando algunos de los avances de otras culturas y difundiéndolas sin duda, pero a la vez inundando cada vez más del irracionalismo y el dogma religioso a las investigaciones científicas y a la filosofía en general:

«Este debate de la Europa del siglo XVII se había producido en el islamismo ya en el siglo XI. Lo resolvió al-Ghazali, pero a favor de la religión y no de la razón. A partir de este momento, las investigaciones filosóficas en el marco de la teología musulmana debían llevarse a cabo según el Corán, la ley del islam, que era considerada como «la ciencia de las ciencias» y todo debía relacionarse con ella y no con la razón y según la razón. La ley coránica no puede ser objeto de enmienda ni mejora alguna. Es la perfección misma, es la palabra de Alá. La religión, pues, asume la misión de perfeccionar la humanidad. Las tesis de Algazel son: «El Islam es lo absoluto, lo divino y lo racional». «Dios en su omnipotencia ha creado el mundo. Ser o no ser depende de su voluntad». (Enver Hoxha; El glorioso pasado de los pueblos no puede ser ignorado, 1983)

El segundo argumento para defender al islam se basa en aludir que las expresiones belicistas que se alojan en El Corán son, en realidad, un mecanismo de defensa frente a otras religiones. En efecto, cuando Mahoma predicaba en Medina y otros tantos lugares su doctrina fue objeto de rechazo, crítica y burla por cristianos, judíos y otras creencias animistas y politeístas. Esto, sin embargo, es la reacción que sufre toda religión en un inicio. Entonces, ¿cómo llegó el islam a ser hegemónico dentro y fuera de la Península Arábiga en tan poco tiempo? Como otras religiones mundiales, no se dedicó –ni se dedica– a defender su «zona natal», sino que tiene objetivos expansionistas y, como el cristianismo, una «vocación universal». El islam se extendió de forma fulgurante en tiempo récord gracias a la guerra y pasar por encima de otros.

«El musulmanismo como ideología de choque comenzó ya en vida de Mahoma, quién con algunas expediciones de escasa envergadura rebasó el marco del desierto de la Península Arábiga. Las verdaderas ofensivas y conquistas llegarían después de la muerte de Mahoma, de manos de los califas o vicarios suyos, los weqil, jefes o guías de las comunidades musulmanas. De modo que en el período de los califas Abú Bakr, Omar, Othman, Muawiyya y Walid fueron conquistados Irak, la Palestina Bizantina, Siria, Jerusalén, Mesopotamia, Egipto y Cirenaica, Chipre, Persia Oriental, la isla de Rodas y Esmirna, España, y se emprendió el ataque en dirección a la Galia, al Oriente Transoxiano, a la India, etc. Todo aquel espacio y los pueblos de los países que comprende fueron conquistados en el siglo siguiente a la muerte del Profeta». (Enver Hoxha; El glorioso pasado de los pueblos no puede ser ignorado, 1983)

Recordemos que el islam reconoce ciertos textos del judíos y cristianos como propios, algo que también ocurre con diversos profetas de ambas religiones, por lo que, a diferencia de los paganos, a los practicantes de las dos anteriores se les permitió conservar su fe siempre que esta no fuera exhibida públicamente y pagaran un tributo. Ahora bien, los hijos nacidos de los matrimonios mixtos entre musulmanes y no musulmanes eran considerados automáticamente como musulmanes y, en caso de no reconocerse así los sujetos, eran considerados apóstatas, es decir, renegados que eran castigados con la pena de muerte, por mucho que nunca hubieran profesado la religión. Esto indica el grado de intransigencia del islam y su política de conversión forzada.

El islam, pues, no propagaba la intolerancia y el belicismo religioso por «una necesidad histórica defensiva», sino por su vocación ofensiva, resultado de cuestiones que atañen a su propia índole religiosa, así como por las pretensiones políticas y económicas de las clases a las que servía –y sirve–. De ahí que usase el maniqueísmo sencillo de «creyentes e infieles» para justificar toda acción militar expansionista.

Este intento de apología para relativizar crímenes, como el sometimiento de pueblos y la eliminación progresiva de otras religiones, ha sido y es una política similar a la del cristianismo históricamente. Este recordaba de tanto en tanto a propios y extraños el calvario de los mártires cristianos perseguidos durante el periodo del Imperio romano, dando a entender, así, que los pobres cristianos solo se defendían del malévolo infiel, del impío pagano, que tanto había hecho sufrir a los militantes de la «verdadera fe». Si no se actuaba así, «luchando contra Satanás y sus sirvientes», la tierra se acabaría por teñir de nuevo con sangre cristiana... ¿Cuál era la realidad? Dicha religión, como ocurría con el islam, ya habían alcanzado una hegemonía política, económica y cultural en zonas de vital importancia tanto en el viejo Imperio Romano Occidental como en el Oriental y, si bien es cierto que las amenazas externas para los cristianos existían, en muchos otros casos no estaban amenazados, sino que eran ellos, y no los paganos, quienes ejercían como invasores y saqueadores –véase las Cruzadas bálticas del siglo XII–, mientras otros pueblos se irían cristianizando paulatinamente –escandinavos, sajones, eslavos y otros–, la amenaza –del islam o el paganismo– era un espantapájaros. Hoy, el yihadismo realiza el mismo juego en los países musulmanes mientras los sectores más conservadores de occidente proceden del mismo modo con la llamada «invasión silenciosa del islam».

Tercero. El Corán está repleto como la Biblia de frases contradictorias que por un lado muestran caridad, piedad, y pacifismo, y en otros párrafos dan muestras de lo contrario, siendo por tanto incoherentes:

«De ahí la «tolerancia», el relativo consentimiento del islamismo hacia las otras religiones. Pero esta «tolerancia» era solamente relativa, ya que por principio los suras del Corán hablan de la guerra (chihad) contra los infieles, se entiende contra aquellos que no admiten o rechazan la religión islámica». (Enver Hoxha; El glorioso pasado de los pueblos no puede ser ignorado, 1983)

¿Pero es cierto por tanto todo esto que se dice del islam en líneas generales estos días en la televisión, prensa y radio? Para nada, y es menester desglosarlo con los propios textos del Corán para abrir los ojos a la gente.

a) Dicen que «el islam es una religión de paz»:

«Cuando vuestro Señor inspiró a los ángeles: «Yo estoy con vosotros. ¡Confirmad, pues, a los que creen! Infundiré el terror en los corazones de quienes no crean. ¡Cortadles del cuello, pegadles en todos los dedos!». (Corán; 8:12)

Justifica precisamente las matanzas diciendo a sus feligreses que esas acciones en verdad no las cometen ellos, sino que es obra y voluntad de Dios:

«No erais vosotros quienes les mataban, era Alá Quien les mataba. Cuando tirabas, no eras tú quien tiraba, era Alá Quien tiraba, para hacer experimentar a los creyentes un favor venido de Él. Alá todo lo oye, todo lo sabe». (El Corán; 8:17)

b) El islam promueve la tolerancia y el entendimiento entre diferentes pueblos y religiones:

«¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío». (Corán; 5:51)

Su texto sagrado, El Corán, prohíbe tajantemente el entablar amistad con ellos so pena de castigo eterno:

«Los hijos de Israel que no creyeron fueron maldecidos por boca de David y de Jesús, hijo de María, por haber desobedecido y violado la ley... (...) Ves a muchos de ellos que traban amistad con los que no creen. Lo que han hecho antes está tan mal que Alá está irritado con ellos y tendrán un castigo eterno». (Corán: 5:78 y 80)

c) «El islam no busca el sometimiento por medio de la coacción»:

«A quienes no crean en Nuestros signos les arrojaremos a un Fuego. Siempre que se les consuma la piel, se la repondremos, para que gusten el castigo. Alá es poderoso, sabio». (Corán; 4:56)

d) «El islam no es misógino ni promueve el golpear a las mujeres»:

«Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos más que a otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Alá manda que cuiden. ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas. Alá es excelso, grande». (Corán; 4:34)

e) «El islam no promueve las guerras ni religiosas ni de ningún tipo»:

«¡Id a la guerra, tanto si os es fácil como si os es difícil! ¡Luchad por Alá con vuestra hacienda y vuestras personas! ». (Corán; 9:41)

f) «El islam respeta a los ateos o a elementos de otra religión»:

«¡Que no crean los infieles que van a escapar! ¡No podrán! ¡Preparad contra ellos toda la fuerza, toda la caballería que podáis para amedrentar al enemigo de Alá y vuestro y a otros fuera de ellos, que no conocéis pero que Alá conoce! Cualquier cosa que gastéis por la causa de Alá os será devuelta, sin que seáis tratados injustamente». (Corán; 8; 59 y 60)

g) «El islam no discrimina a nadie ni les impone medidas especiales»:

«¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la escritura, no creen en Alá ni en el último Día, ni prohíben lo que Alá y su enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente!». (Corán; 9:29)

h) «El islam no persigue a los que considera infieles»:

«Quien no cree en Alá y en su enviado. Hemos preparado para los infieles fuego de gehena». (Corán; 8;59 y 60)

Se llega al punto en que se afirma que Dios ha enviado a Mahoma para directamente hacer predominar el islam sobre las otras religiones:

«Él es quien ha mandado a su enviado con la dirección y con la religión verdadera para que, a despecho de los asociadores, prevalezca sobre toda otra religión». (Corán; 9:33)

Es más, el islam promueve el romper con tu familia como cualquier otra secta si tus familiares cercanos no son creyentes:

«¡Creyentes! No toméis como amigos a vuestros padres y a vuestros hermanos si prefieren la incredulidad a la fe. Quienes de vosotros les consideran amigos, ésos son los impíos». (Corán; 9:23)

Queda demostrado de sobra que quien afirma que el islam es paz, concordia, misericordia y tolerancia es el mayor de los mentirosos o el mayor de los ignorantes.  Que un imán suelte estas necedades es normal, al igual que el párroco católico, tiene que lavarle la cara a su retardataria religión y a sus párrafos reaccionarios, de otra forma su religión es indigerible para una persona de pensamiento progresista.

En resumidas cuentas, se trata de una religión sustentada en el «idealismo filosófico» que tiene por objetivo, como toda religión, sujetar el pensamiento individual y colectivo, y mantenerlo sometido según los intereses de la clase dominante. El islam, forma parte pues, de todas esas creencias y valores que las masas trabajadoras necesitan vencer en el camino hacia la emancipación social, hacia socialismo y el comunismo. Tan simple como eso.

A ejemplo de lo que produce el islam, reproduzcamos lo que dentro de un intercambio de opiniones relataba uno de nuestros jóvenes lectores habituales sobre la influencia de la religión musulmana en su familia y el desarrollo de sus comportamientos y pensares:

«Camaradas pondré mismamente el ejemplo de mi madre, pues alguna que otra vez, ella me comenta a mí –o a ciertos miembros de mi familia que no solemos rezar debido a nuestro ateísmo algunos y, otros, por ser creyentes pero no practicantes– cosas similares como: «yo no debería comer junto a vosotros puesto que no rezáis». Pero aún así y con todo ello, se salta a la torera esa «regla», y de igual manera, acaba comiendo con nosotros con total regularidad.


Pero es curioso, porque luego se contradice a ella misma también de nuevo, cuando, últimamente, me dice tanto a mí como a mis hermanos –con cierta frecuencia– que deberíamos reunirnos o juntarnos todos los hermanos –o los miembros familiares que nos encontramos en la casa en ese momento– cuando llega la hora de la comida, cena, etc.


Así, pues hay muchos ejemplos y situaciones podría exponer acerca de las miles de contradicciones de detalles, tanto de menor o mayor peso, en las que mi madre y todo musulmán, llega a incurrir por la pesada carga religiosa que se les echa encima.


Por ello, se puede decir que mi madre, como musulmana super devota de «su» religión islámica –y al igual que el resto de musulmanes que sean más o menos devotos–, pues es un buen ejemplo de lo que comentas en tu publicación acerca de las mil y una contradicciones que presentan las religiones, así como los religiosos.


Pero todo esto, ya no sólo lo es aplicable, claramente, al dogma del islam, así como a los musulmanes, sino también lo es extensivo a las demás dogmas mitológicas abrahámicas, etc., en general. (...) 
El islam al ser una religión tan apegada y penetrada increíblemente en las mentes de aquellos pueblos que la profesan, da como resultado que los hijos de esas familias por lo general que sean ateos o agnósticos, se ven presionados a no reconocer o manifestar abiertamente sus pensamientos a sus padres, o también ocurre que los hijos ocultan durante mucho sus inclinaciones hasta que pudiesen llegar a reconocer o compartir con su entorno tales posiciones allegados familiares, amigos o conocidos más cercanos. En verdad, salvo mis hermanos los casos de personas del Magreb de mi entorno que reconozcan su ateísmo o agnosticismo es escaso por el temor comentado». (Yusef, lector de Bitácora (M-L); Comentarios al respecto de un debate sobre la religión, 25 de agosto de 2017)

La importancia de la cuestión cultural y en ella la religión no solo debe ser denunciada porque los marxistas militen bajo la cosmovisión del ateísmo científico, sino para defender la situación de opresión diaria que sufren todas las personas progresistas por parte de la religión.

Como apunte decir que el Corán es el documento de las «religiones abrahámicas» que menos referencias hace al uso de la violencia, y aún así vemos como lleva al ejercicio primitivo de la misma, es además una expresión nacionalista-chovinista-patriarcal como todas las religiones abrahámicas. Además, debido a que su contenido no tiene orden cronológico, a que tampoco intenta explicar hechos históricos, sino que es más bien una suerte de monólogo, una suerte de «flujo de ideas» escritos en un estilo de tipo poético –de hecho Corán se traduce como recitación–: estos elementos complica la comprensión del creyente y se presta fácilmente a dar interpretaciones dispares tanto como se quiera, esto se agrava por el hecho de que hay un nutrido grupo de comunidades islámicas sumidas en el analfabetismo absoluto y relativo. El islam destaca sobre el resto de religiones monoteístas por su celo respecto a su libro sagrado:

«Ya sea en forma de un papado o una Iglesia infalibles, como en el catolicismo, o de una Biblia, como en el protestantismo, todas las religiones reveladas han tendido siempre a buscar una autoridad externa absoluta y una garantía oracular de la verdad. Pero en ninguna de ellas se ha manifestado tan claramente esta tendencia como en el Islam, que es primaria y esencialmente la religión de un libro sagrado, el Corán, al que se considera mensaje divino que Dios dictó en árabe, de una «tableta conservada en el cielo», al profeta Mahoma (Corán, XCVI 1-5). (...) La fuerza y la debilidad del Islam ha sido siempre su intenso conservadurismo. Es esencialmente la Religión del Libro, del Corán, transcrito de una tableta conservada en el cielo y revelado al Profeta, en ocasión única y definitiva, como Palabra literal de Dios. Siguen en importancia al libro sagrado los hadices, tradiciones que, una vez debidamente autenticadas, se convierten prácticamente en artículos de fe y bases de la ley y la práctica. Es cierto que hay musulmanes partidarios de someter los hadices a una investigación crítica semejante a la que el cristianismo aplica hoy a sus escrituras, y que en el pasado el islamismo ha mostrado una notable capacidad de adaptación a diferentes climas de pensamiento. Pero las fuerzas reaccionarias están firmemente atrincheradas, y es innegable que la estabilidad de la civilización islámica a través de los siglos ha sido fruto de su adhesión inquebrantable a su doctrina fundamental de sumisión incondicional a la voluntad y a los preceptos de Alá tal como su profeta Mahoma los reveló». (E. O. James; Historia de las religiones, 1975)

Unos apuntes históricos sobre el surgimiento del islam

Sigamos con apuntes históricos sobre esto que nos da una oportunidad de abordar algunos aspectos sobre las tres religiones abrahámicas, el islam en concreto. Lo primero que hay que observar es que todas nacen en la marginalidad, dando respuestas y esperanzas a los colectivos más pobres dentro de una funcionalidad en la que impera la desigualdad también cimentada en la religión como principio, aunque de carácter politeísta.

Mahoma nace dentro de un clan de la tribu de los «Quraish», tribu politeísta que dominaba la Meca por entonces, aunque se sabe que en esta ciudad estas creencias convivían con comunidades judías y cristianas; a temprana edad se queda huérfano lo que lo convierte prácticamente en un «paria», pero Mahoma era un sujeto ambicioso, y luego de casarse con una mujer rica, Jadiya, y ya convertido en un mercader más o mano exitoso bajo el prestigio de ser honesto, empieza a hablar de sus encuentros con «Alá» y en contra de las religiones dominantes del momento dando lugar al nacimiento de «Mahoma el profeta», entonces todo su discurso se basa en exclusiva en una suerte de directriz moral que pretendía apuntalar la «fe», el discurso es simple y hace hincapié en un dios único y misericordioso, además de la obligatoriedad de la caridad, de la protección al desvalido en una suerte de discurso asistencial-populista, este pues resulta atractivo para un pueblo no acostumbrado a esos manejos.

Rápidamente el discurso atrae a más creyentes hasta convertirse en un factor dominante en la Meca lo que lo pone en el punto de mira de los jefes de la tribu dominante a la que pertenencia, a causa de esto huye a «Yazrib», luego llamada Medina. La comunidad dirigida por Mahoma se fortalece en esta ciudad, y Mahoma es nombrado jefe, en este periodo vemos como los «dictados» que decía recibir de dios van cambiando en contenido, y pasan de cuestiones estrictamente relacionados con la adoración a un dios único, morales, convivencia, pacifismo hasta cierto punto, búsqueda del conocimiento, etc., a cuestiones de tipo legislativo acorde al nuevo estatus de Mahoma, sencillamente ya no hablaba como profeta para una pequeña comunidad, sino como jefe de Estado, esto deja claramente que sus profecías estaban a medida de sus ambiciones. Vale apuntar que en esta ciudad tuvo la pretensión de ser reconocido como profeta del judaísmo por la comunidad judía local, esta no lo hizo, posterior a lo cual demarca que las comunidades abrahámicas pueden convivir pero judíos y cristianos deben de pagar un tributo a cambio; y este es el momento en que nace la comunidad musulmana propiamente.

Con posterioridad empiezan las hostilidades de la Meca que llevan a la guerra, entonces nuevamente se observa un nuevo cambio en los presuntos versos revelados por dios a Mahoma, y aparecen lo que se ha denominado «versos de la espada» que en su contenido están los que dan sustento al yihadismo como doctrina ofensiva, estos «en apariencia» se basan en la respuesta, en la defensa y en la proporcionalidad ante una ataque enemigo; el problema surge en que, como toda doctrina religiosa, pueden ser adaptadas a la coyuntura, así puede ser argumentada como defensa una situación de respuesta a una agresión pero también una situación ofensiva de tipo imperialista por ejemplo bajo la excusa de la defensa del islam como hicieron los otomanos y otros imperios islámicos.

Como es evidente con Mahoma solo fue formulando el marco teórico que sustentara la supervivencia de sus dominios y creencias bajo sus intereses.

Es preciso recordar que el islam como toda religión tienen aportes originales pero que la mayor parte del cuerpo central de sus creencias son un calco de las religiones anteriores y coetáneas de su época: por ejemplo, el islam realiza un sincretismo con las religiones de la zona para adaptar la adoración a la piedra negra de Kaaba.

Judaísmo, cristianismo e islam comparten el haber adaptado el zoroastrismo como escatología, es decir, como leyes fundamentales de cada una de sus creencias, del mismo modo que en muchas de estas se nota la influencia de la antigua religión egipcia, la greco-romana, el hinduismo o el budismo:

«La doctrina islámica de las postrimerías es una elaboración de las escatologías judía, zoroástrica y cristiana. Después de la muerte, el alma de los elegidos va a un paraíso. El ideado sobre el modelo de la existencia terrenal para gozar de sus deleites, que comprenden banquetes, música y el disfrute de hermosas mujeres, así como la contemplación del rostro de Dios de día y de noche. Como lugar de castigo eterno se le contrapone el infierno, con siete divisiones asignadas a los musulmanes infieles, los judíos, los cristianos, los sabeos, los magos, los idólatras y los hipócritas, respectivamente. El destino humano está prefijado y escrito en las tablas eternas de la fe. Los profetas y los mártires van derechos al paraíso, y por lo tanto no conocerán el Día del Juicio, en el que al arcángel Israfil hará sonar por tres veces la trompeta. Los signos que precederán al juicio están tomados del Talmud y los midrashim judíos, y el puente que habrá que cruzar, angosto como el filo de una navaja, procede del zoroastrismo (cf. el capítulo 5, págs. 130 y ss.). Las acciones buenas y malas hechas en la tierra serán pesadas en la balanza por el arcángel, y el registro se entregará en la mano derecha a los justificados y se les atará a la espalda a los condenados. Seguidamente unos y otros procederán a sus respectivos puntos de destino pasando el puente. Los destinados al paraíso lo cruzarán sin daño, pero los predestinados al infierno caerán a un pozo que se abre debajo. Jesús, acompañado del imán Mahdi y de la bestia de la tierra, proclamará el Islam como religión mundial, y en último término todos los que hayan confesado su fe en el Profeta serán liberados del infierno y disfrutarán de los goces del paraíso». (E. O. James; Historia de las religiones, 1975)


Sus cinco pilares principales: la profesión de fe, ayuno en época de ramadán, peregrinar a la Meca una vez en la vida, orar cinco veces al día, dar limosna en forma de tributo, no presentan rasgos esencialmente muy diferenciadores de los que podemos ver en las religiones ya citadas o en otras orientales.

El islam no rechaza sino que toma como suya parte de los relatos y profetas del cristianismo y del judaísmo, pero siempre a un nivel inferior del rol que ejerce Mahoma:

«Mahoma mantuvo siempre que su revelación confirmaba la de las escrituras hebreas y cristianas, aunque, como demuestra el Corán, su conocimiento del contenido de las mismas era muy confuso y procedía de fuentes aprócrifas tardías y de los midrashim rabínicos. En el Corán se incluyeron leyendas talmúdicas, como la de la negativa de Satanás a adorar a Adán o la del cuervo que arañó la tierra para mostrar a Caín cómo deshacerse del cuerpo de Abel (V 30-35). De un targum judío ficticio procede la historia de que Abraham, a quien se considera fundador del Islam a través de Ismael, antepasado del pueblo árabe (II 1 2 2 ss.), fue arrojado a una hoguera por negarse a adorar ídolos (X X X V II 95, X X I 68-70). El que se le atribuyera la construcción de la Ka’ba, el santuario de La Meca cuyos guardianes eran los Quraysh y que custodiaba la piedra negra que se decía había caído del cielo en tiempos de Adán, no ha de extrañar dada la santidad del lugar. Había sido centro de peregrinación desde mucho antes de Mahoma, y su asociación con la figura de Abraham, el «primer musulmán», venía dada por una tradición según la cual él la había reconstruido e instalado en ella la piedra negra. Cerca estaba el pozo de Hagar, del que se creía que habían brotado las aguas para salvar la vida de Ismael (II 148 s.). El santuario central aparecía, pues, envuelto en una aureola de leyenda hebraica». (E. O. James; Historia de las religiones, 1975)

¿Qué indica todo esto? Lo que demuestra que la religión es producto del hombre y de las condiciones materiales del momento.

La «yihad moderna» es una recapitulación de la lectura fundamental de «El Corán» hecha por «Muhammad Ibn Abd-al-Wahhab» en la que destaca la estricta aplicación de la «sharia» –leyes de la religión musulmana– así como una reinterpretación de la «yihad» para el islam en decadencia del siglo XVIII, y no hubiese sido más que una interpretación marginal en el gran mosaico del islam sino hubiese sido por la intervención de «Muhammad bin Saud», fundador de la dinastía de los Saud y del primer Estado Saudí, este suscribió con el primero el «Pacto de Al-Diriyya» que establecía que Saud se encargaría de los asuntos económico-políticos y Wahhab del tema religioso y su cumplimiento a excepción de los relacionados con las tributaciones de los ciudadanos para con el jefe tribal y posterior monarca; ese pacto está vigente en la actual Arabia Saudí. Ambas fuerzas: monarquía y wahabistas, forman lo que se ha dado en llamar «islam político» que también se ha expresado en otro Estado bajo otras condiciones y actores: Irán por ejemplo que es una república. Esto no es una desviación del islam como tal, sino la cultura que se ha interpretado de sus ambiguas escrituras, ya que lo fundamental no es la forma de gobierno sino la aplicación de las leyes religiosas:

«Ni el Corán, ni Mahoma han trazado ninguna forma particular de gobierno, de administración. La mejor estructura de gobierno que deben elegir los musulmanes es la que permite y hace necesaria la aplicación de la ley de Dios, el Corán. El califa, aún considerándose el sucesor del Profeta, no puede hacer enmiendas ni adiciones a la ley de Alá, el Corán, que fue revelada al Profeta por mediación de Gebrail. (...) Como se señaló más arriba, después de la muerte de Mahoma, la cuestión del poder temporal y espiritual creó rupturas sangrientas y provocó cismas en el seno del islam. El Corán no contenía directriz alguna que señalara cómo debía organizarse la umma. Esto resulta extraño desde la óptica filosófico-social del islamismo. Sólo tres siglos después de la muerte del Profeta, a través de cismas, guerras entre personas, clanes y dinastías, se llegó a crear una forma administrativa e institucional del poder temporal, éste, por supuesto, ligado estrechamente al dogma espiritual, a la religión. El califato, como sistema derivado de la ló­gica del islamismo, no ha sido considerado por los musulmanes como un dogma fundamental de la creencia religiosa. Mahoma designó a Abú Bakr solamente para dirigir las oraciones del conjunto de la comunidad, de la umma. Pero dada la mentalidad de los compañeros del Profeta y por analogía con la figura del imán, que dirige la oración común y al mismo tiempo es dirigente político de la comunidad, también a él le llamaron califa con todas sus atribuciones. Resulta, pues, que el Estado y la comunidad religiosa desempeñaban una misma función, una función común. En teoría, el califa era o bien elegido por el pueblo como Abú Bakr, o designado por su predecesor como el califa Omar. El sistema califal, sus prerrogativas materiales, religiosas, evolucionaron, se modificaron debido a las interpretacio­nes de las escuelas filosóficas dogmáticas, que acabaron transformándolo en una monarquía». (Enver Hoxha; El glorioso pasado de los pueblos no puede ser ignorado, 1983)

Los países musulmanes no son los únicos lugares donde la política y la religión se dan la mano

En Nicaragua la Constitución de 1987 declara al país un Estado Laico y así podría pasar a priori si no se supiera más del país, pero las sucesivas reformas han incluido párrafos en que se establece la preservación de los «valores» de la cultura católica en una suerte de unión iglesia-Estado en apariencia más blanda pero igual de perjudicial para las masas explotadas que son sumidas en la ignorancia, introduciendo en el ideal colectivo como también propagaba el islam, que los poderosos deben dar limosna a los pobres, y que los pobres deben resignarse a esta vida terrenal que les ha tocado en pro de obtener una vida en el más allá más provechosa.

Los que afirman toda esta sarta de mentiras sobre el islam ya expuestas, tienen el mismo cariz farsante que los cristianos, e incluso que aquellos ridículos que se presentan como «socialistas»-cristianos que nos venden lo mismo sobre su religión diciéndonos que es una doctrina «pacífica», de «amor» y «tolerancia», negando en verdad la propia historia lejana y reciente que demuestra que ha sido y es una religión que se ha fundamentando e impuesto a sangre y fuego, que sus fieles y jefes siguen causando linchamientos y guerras por cuestiones religiosas en todo el mundo. Se ha propagado últimamente entre los cristianos la idea de que los cristianos no realizan esas masacres, que ya el cristianismo no usa la violencia, o que al menos no son tan intransigentes contra los musulmanes como estos últimos lo son con otras religiones. A algunos les valdría darse una que otra clase de historia, y ni siquiera nos tenemos que ir a la Edad Media sino a hechos recientes y mediáticos. Por citar un solo ejemplo, podríamos hablar de la Masacre de Sabra y Chatila de 1982, ocurrida en dos campamentos de refugiados palestinos en el Líbano que estaban bajo supervisión del Ejército de Israel, y en los cuales fueron masacrados con total permisividad israelí aproximadamente 2.400; estos asesinatos calificados por la ONU como genocidio fueron cometidos por la Falange Libanesa, una agrupación cristiana de origen libanés. Si miramos a otras religiones más exóticas, veremos como en Birmania oficialmente llamada ahora República de la Unión de Myanmar, los budistas en el poder siguen desatando la persecución étnico-religiosa, en especial contra los musulmanes conocidos como rohinyá, amparados entre otros por la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi que ahora es Consejera de Estado del país, en los últimos meses se ha causado un número abismal de muertos y desplazados que ha llamado la atención internacional. Recordemos que para el viejo militar de Birmania, su nacionalismo se basaba en presentar la identidad nacional bajo el manto del budismo frente a las minorías religiosas cristianas y musulmanas, negando además la ciudadanía a varios grupos étnicos, ahora la que se presenta internacionalmente como una ejemplar «democracia burguesa» birmana, sigue su herencia. Queda claro pues, que la religión en cualquier de sus expresiones es un foco de conflictos, guerra y muerte.

Es más, aunque una religión que se profese en su versión menos «radicalizada», violenta e intolerante, aún así la religión es como bien dijo Marx el «opio del pueblo», ya que induce al sujeto a un manejo de la vida y sus fenómenos totalmente ajenos a la realidad, les lleva a un modo de vida y pensar idealista en que achacan las cosas a voluntades divinas, ven en la naturaleza señales y presagios, creen en supersticiones y aguantan sacrificios en pro de una vida en el más allá, se trata pues de uno de los mejores dispersores de la lucha de clases y trae a las clases trabajadoras a una vuelta al misticismo y la ignorancia de la época de las cavernas.


Marx lo expresó así:

«La religión es la teoría universal de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica popularizada, su pundonor espiritualista, su entusiasmo, su sanción moral, su complemento de solemnidad, la razón general que la consuela y justifica. Es la realización fantástica del ser humano, puesto que el ser humano carece de verdadera realidad. Por tanto, la lucha contra la religión es indirectamente una lucha contra ese mundo al que le da su aroma espiritual. La miseria religiosa es a un tiempo expresión de la miseria real y protesta contra la miseria real. La religión es la queja de la criatura en pena, el sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de un estado de cosas embrutecido. Es el opio del pueblo. La superación de la religión como felicidad ilusoria del pueblo es la exigencia de que éste sea realmente feliz. La exigencia de que el pueblo se deje de ilusiones es la exigencia de que abandone un estado de cosas que las necesita. La crítica de la religión es ya, por tanto, implícitamente la crítica del valle de lágrimas, santificado por la religión». (Karl Marx; Introducción a la para la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, 1844)

¿Significa eso que debamos tratar a los creyentes de forma brusca y con desdén, como gente irrecuperable? ¿O significa también que debemos relajar nuestra crítica a la religión porque nosotros estemos liberados de tal veneno ideológico?: 

«La religión debe ser considerada como una cuestión privada»; tal es la posición corriente de los socialistas respecto a la religión. Pero es menester definir el significado de estas palabras precisamente para evitar todo equivoco. Nosotros exigimos que se considere a la religión como una cuestión privada en lo que concierne al Estado; pero de ninguna manera podemos considerarla como una cuestión privada en nuestro propio partido. (...) No obstante, para el Partido Socialista Proletario la religión no es una cuestión privada. Nuestro partido es una organización de luchadores conscientes y progresistas por la liberación de la clase obrera. Semejante organización no puede ni debe ser indiferente a la ignorancia y al oscurantismo bajo la forma de creencias religiosas. Nosotros exigimos la total separación de la Iglesia del Estado con objeto de disipar la neblina de la religión con armas pura y únicamente intelectuales, mediante nuestra prensa y la persuasión oral. Uno de los objetivos de nuestra organización, el Partido Obrero Socialdemócrata ruso [así se llamaban los marxistas revolucionarios, hasta que tras la Primera Guerra Mundial se autodenominaron comunistas, para diferenciarse de la socialdemocracia de la II Internacional - Anotación de Bitácora (M-L)], consiste precisamente en luchar contra todo engaño religioso entre los trabajadores. Para nosotros, la lucha ideológica no es una cuestión privada, sino una cuestión que interesa a todo el partido y a todo el proletariado. Si es así ¿por qué no declaramos en nuestro programa que somos ateos? ¿Por qué no impedimos a los cristianos y creyentes que vengan a nuestro partido? La respuesta a esta pregunta revela una diferencia muy esencial entre la actitud democrática burguesa y la democrática socialista frente a la religión. Nuestro programa está enteramente basado en la filosofía científica, para ser más exacto materialista. Por consiguiente, al explicar nuestro programa debemos necesariamente explicar las verdaderas raíces históricas y económicas de la religión. Así pues, nuestro programa incluye por fuerza la propaganda del ateísmo. (...) Probablemente tendremos que seguir el consejo que, en su tiempo, Engels diera a los socialistas alemanes: el de traducir y propagar entre las masas la ilustrativa literatura atea del siglo XVIII». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Socialismo y religión, 1905)

La cuestión religiosa no es cuestión baladí, sirve a uno u otro bando la situación del sujeto en torno a esta cuestión. No por casualidad hemos sido testigo como todos los revisionistas han hecho suyo en mayor o menor medida las religiones locales para afianzarse en el poder, o para intentar acceder a él, algo que hemos denunciado a cada paso de los revisionistas:

a) Los eurocomunistas de ayer y sus herederos de hoy intentan llegar al poder a través de una alianza con la iglesia. Véase el capítulo: «Alianzas con organizaciones de todo color y pelaje» de 2015.

b) Los Castro son los mayores publicistas del Vaticano y los párrocos de la isla discuten los programas del partido gobernante, pero también financian la santería o la iglesia ortodoxa. Véase la obra: «Crítica a la última broma de Fidel Castro en el 70 aniversario de la victoria soviética sobre el fascismo» de 2015.

c) En Corea del Norte también se promueve con orgullo las religiones indígenas. Véase el capítulo: «La «orgullosa» promoción de la religión en Corea del Norte de 2015.

d) En Nicaragua o Venezuela se ha hecho del cristianismo una parte fundamental de su propaganda política, su alianza con la iglesia es visible sin disimulo, e incluso han modificado las constituciones  para dejar claro sus tintes cristianos. Véase el capítulo: «El «neo-socialismo cristiano» de 2013.

e) En Venezuela los dirigentes no solo proponen el cristianismo como parte de su ideología política, sino que hacen uso de un misticismo y mesianismo calcado al norcoreano para justificar su derecho a gobernar. Véase el capítulo: La propaganda mística-religiosa como medio para justificar el liderazgo de las figuras» de 2015.

Hoy, cuando muchos de los revisionistas han lanzado loas a la religión y la hacen patrimonio de su política como han hecho históricamente desde los Castro, pasando por Chávez hasta llegar a Kim Jong-un, en realidad solo están mostrando su carácter explotador y estafador. Pero esto no acaba aquí, en otras partes de África y Asia también han abundado los intentos de mezclar la religión musulmana y el marxismo con denominaciones como «socialismo árabe» como se pudo ver en el Egipto de Nasser en Egipto o la Libia de Gadafi. Los marxista-leninistas de la época ya denunciaron estas ideas que existían por ejemplo entre los argelinos de Ben Bella:

«Argelia pretende presentarse como un desarrollo a la cubana, del «socialismo cubano». (...) Han hecho suyo el eclecticismo coránico, intentan mostrar que el islamismo coincide con el socialismo en numerosas cuestiones morales. Por su parte, Ben Bela y el grupo dirigente, deseando estar a bien con los revisionistas soviéticos, con los titoistas, los estadounidenses, los franceses, y recibir ayuda material de ellos, no olvidan decir que están por el «socialismo práctico» y no pueden estar por el científico, como si a ambos les separara una muralla china. Los revisionistas están plenamente de acuerdo con estos puntos de vista y apoyan toda demagogia, toda diversión, toda revisión del marxismo, están a favor de cualquier variante, de cualquier eclecticismo de que pueda ser objeto el marxismo-leninismo, basta con que se combata al marxismo-leninismo científico. Ahora con el ramadán, en Argelia se ejerce el terror religioso, apalean y encarcelan a los argelinos que no lo respetan, han prohibido que los restaurantes den de comer durante el día a los argelinos, obligan a éstos a ir a la mezquita o a rezar dondequiera que se encuentren. Y tienen el valor de llamarle a esto «socialismo». No hablemos del resto de las cuestiones que se derivan de la práctica religiosa». (Enver Hoxha; «Socialismo» que no tiene nada que ver con la concepción científica del socialismo; Reflexiones sobre Oriente Medio, 31 de enero de 1965)

Para el lector despistado que todavía no se crea del todo esta conexión, le recomendamos encarecidamente los diversos documentos ay disponibles. Así podrá comprobar como todo revisionismo histórico ha tenido en la religión su muleta para caminar. Véase la obra de Albania Today: «Alianza espiritual y colaboración práctica entre el vaticano y las camarillas revisionistas» de 1975.

¿Cómo ha de entenderse la religión en el transcurso de las diversas sociedades  hasta nuestros días?:

«Debe de atenderse que a lo largo de la historia, todos aquellos sistemas caracterizados por la acumulación de los medios de producción en unas pocas manos han requerido de las religiones como elemento de persuasión para lograr mantener y prolongar las relaciones sociales derivadas de esa forma de tenencia de los medios de producción; para ello se valen de la conquista hegemónica de los valores culturales sociales en el pasado realizada a través del colonialismo, del papel sumamente importante de la religión, y otros; hoy en día destaca el papel que desempeñan los medios de comunicación de masas, el consumismo, las filosofías como la postmodernidad, el neocolonialismo; aunque vale decir que son agregados, puesto que el colonialismo puro y el rol de la religión aún tienen vigencia, solo hay que ver a Latinoamérica y el papel de la religión dentro de las agrupaciones políticas». (Equipo de Bitácora (M-L); Materialismo dialéctico y religión; el conflicto permanente, 2011)

Como ya dijimos en más de una ocasión en torno a la cuestión del socialismo en países donde la religión está todavía muy arraigada y el imperialismo mantiene posiciones clave, lejos de apoyarse en la religión local y el nacionalismo, los marxistas de verdad deben desarraigar esas ideas para sus luchas:

«Todo ensayo de «panarabismo», «socialismo árabe», «socialismo del siglo XXI», será como ha sido históricamente una máscara más de la burguesía para proteger la propiedad privada y acrecentar sus riquezas; pues la burguesía nacional en el poder de esos países bajo un marco de este carácter no dudará en atizar las diferencias religiosas, culturales, y étnicas en la región, e incluso aliarse con el imperialismo que mejor se ofrezca, para mantenerse en el poder y mantener la explotación asalariada. Esto no solamente se ha visto en los países donde han gobernado esas variadas etiquetas de pseudomarxismo y pseudosocialismo, sino en los llamados movimientos de liberación nacional. (...) La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), al tratarse de un frente, ha estado compuesto desde su nacimiento por sujetos provenientes de todas las clases sociales que tenían contradicciones con el Estado israelí por lo tanto dicha organización, en especial su dirigencia se ha nutrido y está nutriéndose de sectores tanto de la clase obrera como de la pequeña burguesía, pero también burgueses, por lo tanto en dicho frente no hay una línea diferenciadora entre los objetivos de unas clases y otras, ni opera ningún partido obrero y comunista que sepa lidiar con la complicada circunstancia del conflicto entre tanta clase y objetivo diferente. Esto es lo mismo que dejar vía libre como así ha sucedido para que este frente haya sido tomado por la burguesía y trafique con la cuestión nacional palestina en pactos deshonrosos para el pueblo palestino. (...) Esa característica resultó en que ese frente ni siquiera tuviese un programa de mínimos de cumplimiento inmediatos en las conversaciones de paz, lo que derivó en el reconocimiento de Israel por parte de los representantes de Palestina sin obtener la misma consideración del Estado Israelí, y de las potencias involucradas en la mediación, respecto a Palestina. Esto de hecho hubiese demostrado que Israel era y se reconocía así mismo como potencia ocupante. Como resultado de ese reconocimiento unilateral, Israel logró que mejoraran sus relaciones internacionales y se multiplicara el reconocimiento internacional de dicho Estado sionista». (Equipo de Bitácora (M-L); Introducción al documento «A 20 años de los acuerdos de Oslo»,  2014) 

Ya explicamos varias veces que los movimientos de liberación nacional como el palestino ha adolecido de defectos muy claros que le ha imposibilitado ya no solo triunfar en sus más altos propósitos, sino que han acabado en el actual callejón sin salida. Realizar un mero seguidismo para quedar bien con la «causa x», como históricamente han hecho los revisionistas con otros movimientos de liberación nacional como el palestino –con sus ramalazos chovinistas, prácticas terroristas, influjo religioso o colaboración con diversas corrientes imperialistas y revisionistas–, no frenó, sino que puso más fácil su camino hacia el derrotismo y la claudicación. Esto lo pueden hacer los oportunistas sin principios pero nunca los marxista-leninistas que han de estar preocupados por el destino de los pueblos, y conscientes de las desviaciones y autolimitaciones de esos movimientos de no ser ayudados bajo una crítica camaraderil.

Dicho esto, queda claro que rol cumple el terrorismo yihadista de uno y otro lado». (Equipo de Bitácora (M-L); Aclaraciones pertinentes sobre el atentado terrorista en Barcelona [Recopilación documental], 26 de enero de 2017)

Anexos:


Trump en Arabia: negocios y guerra

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha elegido Riad para su primera visita al extranjero. La siguiente escala será Jerusalén, y después el Vaticano. De Arabia Saudí Trump ha dicho que es «el corazón del mundo islámico»: está claro que el periplo se viste de corazones religiosos. Pero esta visita poco tiene que ver con la religión, por más que las autoridades saudíes se hayan aprestado a organizar una minicumbre americano-araboislámica, además de otra con el Consejo de Cooperación del Golfo. Negocios y guerra, de eso se trata.

De Trump en Arabia, el régimen saudí espera refrendo a un país renqueante, que necesita refundarse, pero que no acaba de decidirse. Las revueltas árabes de 2011 fueron una llamada de atención peligrosísima, y la gerontocracia saudí tomó nota. Puso en marcha un proyecto contrarrevolucionario que sostuvo a los corruptos Jalifa en Bahréin, aupó al golpista Sisi en Egipto, sumió de nuevo al Yemen en la confrontación civil, financió en Siria a los yihadistas que ayudaron a Al Asad a finiquitar la revolución, y echó un poco más de leña al fuego sectario con Irán.

El octogenario rey Salmán subió al trono en 2015 y ha dado algunos pasos con cierto aire nuevo en una sociedad con un 65% de la población con menos de 30 años: ha remodelado su corte y situado en puestos decisivos a esta joven generación, si bien poniendo a sus hijos de hombres fuertes: Mohammad, como segundo en la sucesión, y Jaled como embajador en EE UU. Pero los gestos vienen y van y son parte de una política de equilibrios milimétricos. Un megaproyecto de liberalización, llamado Horizonte 2030, pretende diversificar la estructura económica del país, dependiente por completo del petróleo. Las multinacionales del sector ya han hecho números y les cuadra, pero las decisiones políticas se retrasan porque la estabilidad social depende de los subsidios y salarios estatales, que habrían de desaparecer. La alternativa que no contempla el H2030 es una transición democrática en que las mujeres y las minorías, como el 15% chií, conquisten no solo la igualdad ante la ley, sino también los inexistentes órganos representativos.

De Arabia, Trump espera negocio, paz y estabilidad. Para ello, va a cerrar estos días un acuerdo de venta de armamento por valor de 110.000 millones de dólares, el mayor de la historia comercial estadounidense. Cómo lleguen la paz y la estabilidad de la mano de las armas es otro retruécano trumpiano. Los derechos humanos no forman parte del séquito de Trump, que ha desembarcado en Riad con su núcleo duro: su hija-báculo Ivanka, su yerno-consejero Jared Kushner, el islamófobo Steve Bannon, el billonario secretario de Comercio Wilbur Ross... A los líderes musulmanes de los cuarenta países que participan en la cumbre, solo se les ha invitado a una coalición contra el extremismo en «la batalla del bien contra el mal», en expresión de Trump. Ya sabemos que esta retórica solo lleva a la perpetuación de un Oriente Próximo en llamas, bajo sus distintas mutaciones.

El País; 20 de mayo del 2017


Así viaja el petróleo del Estado Islámico a Turquía e Israel

El Estado Islámico vende hasta 40.000 barriles de petróleo al día, ganando así hasta 1,5 millones de dólares cada 24 horas. Uno de los yacimientos donde se produce crudo está ubicado en Deir ez Zor, en el este de Siria. Hay otros dos en Irak, según el mismo medio.

El petróleo llega a la ciudad de Zakho, en el Kurdistán iraquí, cerca de la frontera con Siria y Turquía. A esta zona llegan mediadores desde Turquía e Israel para acordar el precio.

Según el periódico «Al-Araby al-Jadeed», en este momento el crudo se vende a 15-18 dólares por barril, mientras las marcas WTI y Brent se comercializan a 41-45 dólares en los mercados internacionales.

Después el crudo cae en manos de una red de contrabando en Turquía para ser distribuido a varios puertos y, posteriormente, a los clientes.

En agosto de 2015 «The Financial Times» informaba de que un 75 por ciento del crudo que Israelí había comprado en los últimos tiempos procedía del Kurdistán iraquí. Más de una tercera parte de estas importaciones pasaron por Ceyhan, un puerto turco en el Mediterráneo.

RT; 01 de diciembre del 2015


Por qué las ideas religiosas saudíes han sido el terreno más fértil para el terrorismo yihadista

William McCants encontró una forma perfecta para definir a Arabia Saudí y su papel para fomentar las corrientes más reaccionarias del islam en todo el planeta de cuyas fuentes han bebido muchos autores de atentados terroristas. «Los saudíes son tanto los pirómanos como los bomberos. Promueven una forma muy tóxica del islam y traza una línea estricta entre un pequeño grupo de auténticos creyentes y todos los demás, musulmanes y no musulmanes», dijo el experto en islamismo radical y autor del libro The ISIS Apocalypse.

De entre todas las ideas de los yihadistas, esa es una de las más comunes y de las más dañinas, como pueden corroborar las mayores víctimas de sus atentados, todos ellos en países musulmanes de Oriente Medio. Hay cinco principios que marcan quién es musulmán en el islam, pero para los wahabíes saudíes eso no es suficiente. Los que asesinan a civiles en Bagdad, Raqqa, Kabul, Túnez, Barcelona o Manchester no pueden estar más de acuerdo.
McCants afirma que los saudíes son también «bomberos» en la lucha contra ISIS y Al Qaeda. Lo cierto es que ambas organizaciones declararon la guerra a Riad. El recientemente destituido príncipe heredero saudí, Mohamed bin Nayef, sufrió un atentado dirigido contra él por un terrorista suicida en 2009 cuando era viceministro de Interior.

Los países occidentales creen que necesitan la colaboración de los servicios de inteligencia de Arabia Saudí para derrotar a los yihadistas. Más rentable en términos monetarios es la venta de armamento por valor de centenares de miles de millones de euros a lo largo de décadas. Los gobernantes se afanan en el intento propagandístico de vender la venta de fusiles, lanzagranadas, tanques y aviones como una aportación en favor de la paz. Por eso, la primera ministra británica, Theresa May, ha llegado a decir que la venta de esas armas «ayuda a mantener seguras las calles del Reino Unido».

Lo que ocurre en las calles de las ciudades europeas que cuentan con una importante comunidad musulmana es muy diferente. Los saudíes han utilizado su ingente capacidad económica para financiar mezquitas, pagar sueldos de imanes y enviar material religioso con los que extender en Europa –al igual que en África y Asia– su visión rigorista y extremista del islam. Eso es a lo que se refiere McCants cuando les llama «pirómanos».

La conexión de la que los gobiernos no quieren hablar

Es habitual encontrar en los medios de comunicaciones, en especial después de grandes atentados, preguntas sobre cuándo evolucionará el islam hacia posiciones menos retrógradas, como ocurrió en Europa (y no es que la Iglesia católica haya aceptado desde el siglo XX de buena gana la pérdida de su influencia social).

La respuesta es sencilla: nunca, mientras el dinero saudí sirva para sostener la influencia de los más reaccionarios.

Es un asunto del que los políticos y diplomáticos europeos prefieren no hablar en público. Actúan como si esa conexión no existiera. A veces, se escapan algunos comentarios. «No están financiando el terrorismo. Están financiando otra cosa que puede hacer que los individuos se radicalicen y se conviertan en carne de cañón del terrorismo», dijo William Patey, embajador británico en Riad entre 2006 y 2010. La primera frase se contradice un poco con la segunda frase.

Patey conseguía con estas palabras nadar entre dos aguas, pero venía a confirmar lo que muchos sospechan. Esas ideas llenan un mar de prejuicios y órdenes fundamentales para alimentar el odio al que es diferente y a hacerlo responsable de la política exterior de sus gobiernos.

En primer lugar, eso se nota en su propio país y ha tenido repercusiones en las guerras de Irak y Siria. Se sabe que 2.500 saudíes han acudido a la llamada del ISIS para combatir en sus filas en Siria, el mayor número de reclutamiento extranjero para los yihadistas allí después de Túnez. Había una cobertura política en ese llamamiento a la violencia. Riad, al igual que Qatar, ha financiado a grupos insurgentes de ideas islamistas o salafistas que han intentado derrocar al Gobierno de Asad. Siria no es el único caso. También procedían del Estado saudí el mayor número de terroristas suicidas que murieron en Irak, de acuerdo con las cifras manejadas por dos estudios.

Según un estudio del Brookings Institute, el mayor número de partidarios del ISIS en Twitter en 2015 procedía de Arabia Saudí, cuyos habitantes son muy activos en esa red social. Todos ellos hijos del sistema educativo del país.

Las evidencias se acumulan a lo largo de años hasta el punto de que a veces es necesario hacer algo, sea por convencimiento o por marcarse un gesto de cara a la galería. El Gobierno británico encargó a un think tank un informe sobre la financiación desde el extranjero del extremismo islámico en el Reino Unido. Lo recibió en julio de 2017 y de inmediato decidió no publicarlo, excepto un resumen de 430 palabras que desde luego no mencionaba a ningún país.

La ministra de Interior, Amber Rudd, dijo que permanecería secreto por razones de seguridad nacional y porque contenía material sensible sobre personas y organizaciones. Esa debía de ser la idea cuando se encargó el informe, no recibir un texto académico que se pueda encontrar en cualquier página web. Pero cuanto más se sabe sobre ciertos temas, menos derecho tienen los ciudadanos para enterarse.

Un informe de otro think tank sobre el mismo tema sí fue conocido en julio y era más explícito de lo que el Gobierno de May puede permitirse. La financiación extranjera del extremismo, decía el documento de The Henry Jackson Society, procede de gobiernos y fundaciones relacionadas con los gobiernos del Golfo Pérsico, así como de Irán. «Por encima de todos ellos, se encuentra Arabia Saudí, que desde los años 60 ha llevado a cabo un proyecto multimillonario para exportar el islam wahabí por todo el mundo islámico, incluidas las comunidades musulmanas de Occidente».

No es sólo una cuestión de dinero. ¿Quién se beneficia de esa generosidad? ¿Qué mensaje transmiten los guías religiosos en las mezquitas europeas que reciben ayuda saudí?: «En el Reino Unido, esta financiación ha tomado la forma de aportaciones económicas a mezquitas e instituciones educativas, que han correspondido haciendo de anfitriones de predicadores extremistas y distribuyendo textos extremistas. La influencia también se ha ejercido a través de la formación de líderes religiosos musulmanes británicos en Arabia Saudí, así como el uso de libros saudíes en ciertas escuelas islámicas independientes del país».

Según el informe, en 2007 se pensaba que Arabia Saudí gastaba 2.000 millones de dólares anuales en promover el wahabismo en el mundo. Ahora se cree que la cifra es el doble. «En 2007, se calculaba que el número de mezquitas británicas que apoyan el salafismo y el wahabismo era 68. Siete años después, el número de mezquitas identificadas con el wahabismo es de 110».

Un informe de los servicios de inteligencia alemanes filtrado en diciembre de 2016 llegaba a conclusiones similares sobre la financiación del extremismo y situaba su origen en Arabia Saudí, Qatar y Kuwait.

Fomento de la intolerancia

Salafismo no es necesariamente sinónimo de yihadismo o de apoyo a la violencia, pero todos los yihadistas aceptan los principios salafistas. El pluralismo, la tolerancia hacia otros musulmanes de convicciones religiosas más heterodoxas y la aceptación de los progresos de la ciencia son considerados anatema por los yihadistas, y también por los predicadores promovidos por el dinero saudí. Y quienes mejor aprecian la diferencia son los propios musulmanes.

Muchos refugiados sirios se han encontrado en Alemania con mezquitas dirigidas por imanes que ofrecen una interpretación de la religión más conservadora y menos tolerante de la que estaban acostumbrados en su país. Hasta el punto de que algunos han decidido no acudir a ellas.

En 2015, el rey saudí Salmán se ofreció a construir 200 mezquitas en Alemania para acoger las necesidades de los refugiados. No consta que el Gobierno alemán aceptara la oferta, pero tampoco ha prohibido la llegada de dinero saudí al país.

Farah Pandith fue testigo del alcance del adoctrinamiento saudí. Como enviada especial del Departamento de Estado para las comunidades musulmanes –un cargo de nueva creación en el Gobierno de Obama–, viajó a 80 países y su veredicto no puede ser más claro: «En cada lugar que visité, la influencia wahabí era una presencia insidiosa, cambiando la identidad local, desplazando las activas formas de práctica islámica arraigadas histórica y culturalmente, y sacando de allí a personas que eran pagadas para seguir sus reglas o que se convertían en sus propios vigilantes de la visión wahabí».

Pandith reclamaba en 2015 que escuelas y bibliotecas rechazaran la donación gratuita de libros de texto religiosos saudíes «llenos de odio» y que se impidiera que los saudíes continuaran «demoliendo» las costumbres religiosas locales «que prueban la diversidad del islam».

Incluso países muy alejados de Oriente Medio y con una tradición religiosa opuesta a la wahabí o salafista reciben la atención saudí. En Indonesia llevan años extendiendo su influencia en un país de 260 millones de habitantes. En un país tan inmenso, la estrategia consiste más en formar a los líderes religiosos del futuro. «La llegada del salafismo a Indonesia es parte del proyecto global de Arabia Saudí para extender su versión del islam por todo el mundo musulmán», dijo a The Atlantic Din Wahid, experto en salafismo indonesio en la Universidad Islámica de Yakarta.

Buscando adeptos en Kosovo

En los Balcanes, la tradición musulmana local es tan heterodoxa que ha sido siempre compatible con costumbres que en Arabia Saudí te llevarían a prisión. En la segunda ciudad del país, Prizren, conocida por sus muchas y antiguas mezquitas, no era raro hace cuatro años ver a una anciana cubierta con ropas amplias y el pelo tapado como dictan los cánones, acompañada por su nieta ataviada con una minifalda realmente corta.

Ahora Kosovo también se ha convertido en un centro exportador de partidarios del ISIS –314 identificados en 2016, el mayor número per cápita en Europa– sin que se pueda considerar una casualidad el dinero saudí llegado en los últimos años en favor de ideas extremistas.

«Ellos (los saudíes) promueven un islam político», dijo al NYT Fatos Makolli, director de la «policía antiterrorista». «Gastan mucho dinero para promoverlo a través de programas dirigidos sobre todo a los jóvenes y gente vulnerable, y traen consigo textos wahabíes y salafistas. Atraen a esta gente a un islam político radical, lo que provoca su radicalización».

Adoctrinamiento. Textos wahabíes traídos desde Arabia Saudí. Imanes y profesores a sueldo de Riad. Abandono de las costumbres locales. Radicalización. Alistamiento en el ISIS o antes Al Qaeda. Es una cadena que se repite en distintos países del mundo. No siempre acaba en terrorismo, pero siempre comienza con la llegada de alguien con una oferta económica que no se puede rechazar y que promete el auténtico islam.

Los saudíes niegan cualquier conexión en esa cadena. Los yihadistas, obsesionados con la ortodoxia de sus ideas en relación a los primeros siglos del islam, saben muy bien cuáles son las fuentes de confianza.

Hasta que en 2015 pudieron publicar sus propios libros de texto para los colegios de las zonas que habían ocupado en Irak y Siria, los yihadistas del ISIS adoptaron los manuales religiosos oficiales que Arabia Saudí reparte en su sistema educativo. De las doce primeras obras publicadas por el Estado Islámico, ocho eran de Muhamad ibn Abd al-Wahhab, el fundador del credo wahabí, la religión de Estado en Arabia Saudí.

Los primeros eslabones de la cadena generan una confianza absoluta en la organización que representa la última amenaza yihadista que persigue a Europa.

El Diario; 20 de agosto del 2017




Amenazas en el buzón y huidas: miedo en las familias de los terroristas de Ripoll


El yihadismo no solo se ha llevado a sus hijos, sino que los persigue. Las madres de los jóvenes de Ripoll que cometieron los atentados de Barcelona y Cambrils siguen llorando a sus vástagos mientras algunos de sus familiares reciben amenazas. Según ha podido saber El Confidencial, el miedo se ha instalado entre las familias de los terroristas, no solo por el temor a ser rechazadas por sus vecinos sino por los mensajes que algunas de ellas han recibido. De allí eran las cuatro parejas de hermanos que asesinaron a 15 personas e hirieron a más de 130. También el autor material del atentado, Younes Abouyaaqoub, abatido ayer por los Mossos tras cuatro días de frenética búsqueda, procedía de Ripoll.

«Se han reportado casos de amenazas y las familias tienen miedo», relata a este diario una fuente cercana al Ayuntamiento de Ripoll. De hecho, algunos de estos familiares han abandonado durante unos días sus viviendas al no aguantar la presión. «Hay cámaras de televisión por todos lados, la gente pregunta y eso no lo aguanta nadie», afirma. Los registros policiales en la vivienda de Driss y Moussa Oukabir —el primero, detenido, y el segundo, muerto en Cambrils— fueron captados por los medios de comunicación, lo que facilitó que cualquiera pudiera localizar su ubicación. De hecho, en al menos dos de las viviendas de los familiares de los terroristas se han recibido amenazas a través de mensajes depositados en el buzón.

Las familias siempre han condenado los hechos

Esto ha provocado que algunos hayan abandonado sus casas. Y lo han hecho de noche, lejos de miradas y cámaras de televisión, para trasladarse a domicilios de allegados situados en Ripoll o en localidades cercanas.

Con poco más de 10.000 habitantes, Ripoll tiene una comunidad de musulmanes cifrada, según datos del ayuntamiento, en 500 individuos. Desde los atentados, los controles policiales y los registros han sido constantes. Solo la mezquita en la que trabajó el imán Abdelbaki Es Satty, presunto cerebro de los atentados y que murió manipulando explosivos en la vivienda de Alcanar (Tarragona), tiene movimiento. «Las puertas están siempre abiertas y familias, amigos y gente anónima van a rezar por las víctimas del atentado», cuentan a El Confidencial.

Desde el momento en que los Mossos d'Esquadra identificaron a los terroristas, los familias de los hermanos Hychami y Oukabir expresaron su dolor y su sorpresa. En ningún momento salieron en defensa de sus hijos y reconocieron que jamás habían sospechado nada. Mohamed y Omar Hichamy fueron abatidos a tiros por los Mossos en Cambrils después de darse a la fuga en un control policial y herir a varias personas con arma blanca. En ese mismo operativo también murió Mousa Oukabir, menor de edad y que en un principio se creía era el conductor de la furgoneta de las Ramblas. Su hermano Driss está detenido y aseguró a los Mossos que Mousa le había robado la documentación.

También la familia de los hermanos Aalla —Mohammed está detenido y Sais murió en Cambrils— condenó lo ocurrido pancarta en mano en una manifestación en Ripoll el pasado sábado. Incluso la madre de Younes Abouyaaqoub le pidió públicamente que se entregara.

«Eran normales, responsables y educados»

Para evitar que la convivencia se rompa en Ripoll, el ayuntamiento pondrá en marcha en los próximos días un plan para que la ciudadanía se mantenga unida. La encargada de llevarlo adelante será Núria Perpinyà, técnica de Convivencia y Participación Ciudadana de esta localidad de Girona. Su elección no es casual, ya que durante cinco años fue educadora de los jóvenes que el jueves pasado sembraron el terror en Cataluña. «No me lo puedo creer. Estoy descolocada», ha dicho este martes en una entrevista en la SER. «Eran normales, responsables y educados. Estaban integrados», apunta Perpinyà, que desvela que dos de los terroristas vivían en su edificio. «Tenía una relación fluida con ellos», dice.

Los terroristas hacían su vida en el pueblo, participaban en actividades organizadas por el ayuntamiento y jugaban al fútbol. No había nada que pudiera hacer pensar que tramaban cometer un atentado. «Lo han hecho muy normal, no se ha notado nada. Los amigos dicen lo mismo. No vimos ningún indicio, si no, hubiéramos avisado de haber sospechado algo», señala.


El Confidencial; 22 de agosto del 2017

El 87% de los atentados yihadistas desde el año 2000 han sido en países de mayoría musulmana

El 87% de los atentados perpetrados por organizaciones terroristas islamistas entre 2000 y 2014 se produjeron en países donde la mayoría de la población es musulmana, según los datos de la «Global Terrorism Database» analizados y recopilados por eldiario.es. La base de datos desarrollada por la Universidad de Maryland registra, al menos, 15.181 atentados ejecutados por grupos islamistas radicales identificados por eldiario.es.


La metodología de la base de datos entiende por atentados terroristas los actos violentos que tienen (1) un objetivo político, ideológico, económico, religioso o social, (2) que busquen intimidar o coaccionar a una mayor audiencia, y (3) estén fuera de los preceptos del Derecho Internacional Humanitario (DIH).

En total, más de 72.000 personas murieron a causa de estos actos terroristas en ese periodo. La mayoría, en países donde el Islam es la religión mayoritaria. La mitad de los ataques de organizaciones islamistas se llevaron a cabo en países que han sufrido graves conflictos bélicos como Irak (27%), Afganistán (15%) y Pakistán (9%). En estos tres países la religión musulmana representa a más de un 96% de la población, según datos del Pew Research Center.

En una situación diferente, Europa también ha comenzado a sentir el peligro que países de Oriente Medio y Asia Central, principalmente, han sufrido durante la última década. Los nuevos ataques en Bélgica reivindicados por el ISIS, donde varias explosiones han acabado con la vida de al menos 30 personas, representan una cruel pero mínima parte de los atentados cometidos por organizaciones de corte yihadista alrededor del mundo.


Europa no es la más afectada por los ataques ni siquiera entre los países donde la población cristiana es mayoría. Filipinas y Kenia, donde el cristianismo supera el 80% de la población, sufrieron 974 ataques desde el inicio del nuevo siglo. Más de 1.800 personas murieron en esos ataques. Una cifra que solo supera en los últimos quince años los atentados del 11S en Nueva York, donde murieron 2.996 personas. Los atentados fueron cometidos por Al-Qaeda.

Los atentados yihadistas se multiplican desde inicio de siglo

Los actos terroristas cometidos por organizaciones yihadistas se multiplican gracias al auge del Estado Islámico, Boko Haram o los movimientos talibanes en los últimos años. En 2000, los grupos islamistas ejecutaron 251 atentados en todo el mundo. Quince años después, en 2014, la cifra se multiplica hasta los 2.572 atentados.

Estos grupos defienden el integrismo islamista, que defiende la adaptación de la vida política a los mandatos religiosos más fanáticos del Islam. El término «islamista» no debe confundirse con «musulmán» o «islámico» ya que estos últimos se refieren a todo lo relacionado con la religión del Islam.


El 0,1% de los atentados, en Europa Occidental

Solo se cometieron 22 atentados en los países de Europa Occidental entre 2000 y 2014. Representan un 0,1% de los 15.818 actos terroristas cometidos por grupos yihadistas en todo el mundo. Unos datos a los que se unirían los nuevos ataques este martes en Bruselas, donde han fallecido 30 personas, y en noviembre de 2015 en París, donde murieron 137 personas.

Entre 2000 y 2014, 248 personas murieron en ataques cometidos por organizaciones terroristas en los países de Europa Occidental. La mayoría en las explosiones del Metro de Londres en julio de 2005, con 56 fallecidos, y el 11M en Madrid. Los ataques de Atocha, llevados a cabo por una célula terrorista yihadista, acabaron con la vida de 192 personas.


El Diario; 22 de marzo del 2016




Las inversiones de Qatar en España suman cerca de 6.000 millones desde el año 2011


Los fondos de inversión de Qatar han protagonizado buena parte de las principales operaciones que este sector ha llevado a cabo en España en los últimos años. Concretamente, siete de las diez mayores operaciones de los fondos de inversión soberanos desde 2011 hasta 2014 corresponde a dos fondos qatarís, Qatar Holding (fondo soberano) y Qatari Diar. En concreto, estos dos vehículos de inversión han comprado participaciones en compañías españolas por valor de 5.815 millones en los últimos tres años. El Corte Inglés da entrada a un jeque de Qatar para su salto internacional.

Qatar Holding, el vehículo inversor del emirato árabe, realizó su mayor inversión hasta el momento en nuestro país en el año 2011, con la adquisición del 6,1 por ciento de Iberdrola por unos 2.000 millones de euros. También en ese año se hizo con el 5,1 por ciento de la filial en Brasil del Banco Santander por una cantidad superior a los 1.950 millones. Ya en 2012, el mismo fondo adquiría otro 2,2 por ciento de Iberdrola por 620 millones, convirtiéndose en el tercer mayor accionista, y entraba en la gestión de aeropuertos comprando el 10,6 por ciento de la sociedad de Ferrovial en Heathrow por unos 587 millones de euros.

Compras inmobiliarias

A estas operaciones se suman las realizadas en 2014 por el fondo soberano Qatar Investment Authority (QIA) en Colonial y en su filial francesa, Société Foncière Lyonnaise (SFL). En el caso de Colonial, QIA acudió a la ampliación de capital de la inmobiliaria española el pasado año y tomó inicialmente una participación de un 3,7 por ciento, para semanas más tarde, elevarla hasta 13,1 por ciento de Colonial (porcentaje valorado en unos 239 millones de euros) y convertirse en el segundo mayor accionista de la compañía liderada por el Grupo Villar Mir. El fondo también posee el 10 por ciento de Hotchief, un activo alemán en manos de ACS y ha invertido en Portugal, tomando un 2 por ciento de Energías de Portugal en 2011 por unos 160 millones de euros. Actualmente, Qatar Investment Authority es el décimo mayor fondo soberano del mundo, con activos por valor de 175.000 millones de dólares.

Igualmente, en 2012, Qatari Diar, el brazo inmobiliario de QIA, ya había desembolsado 64 millones por el puerto deportivo para yates de lujo de Tarragona, Port Tarraco. A través de otro fondo vinculado a las fuerzas armadas del emirato, Qatar también invirtió 78,5 millones en la compra del Hotel Renaissance de Barcelona.

La presencia del emirato también se traduce en el acuerdo que tiene la aerolínea Qatar Airways con el FC Barcelona, que pagará 96 millones al club hasta 2016.

El Economista; 14 de julio del 2015




Clinton fue alta ejecutiva de una empresa que financió al Estado Islámico

El portal de noticias The Canary informa de que la candidata demócrata a la presidencia de EE UU, Hillary Clinton, formó parte de la dirección del gigante industrial francés, Lafarge, al que se acusa de financiar en secreto al Estado Islámico.

Documentos obtenidos por varias investigaciones periodísticas revelan que Lafarge llegó a un acuerdo lucrativo con la organización yihadista para maximizar las ganancias de sus operaciones locales de la producción de cemento e incluso compró petróleo a los yihadistas.

La compañía, en cuyo consejo de administración sirvió Hillary Clinton desde 1990 hasta 1992, es donante habitual de la Clinton Foundation. La firma francesa ofreció hasta 100.000 dólares en 2015. Fue incluida en la lista anual de donantes de la Clinton Foundation el año pasado y figura en la misma en el primer trimestre de 2016.

Además, a finales de 1980, Hillary Clinton mantuvo relación con Lafarge cuando la empresa apoyó a la CIA en su programa de armas secretas dirigidas a Saddam Hussein.

Revelan contenido comprometedor de nuevos correos filtrados de Hillary Clinton

El 25 de julio, el fundador del sitio de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, ha señalado al portal de noticias Democracy Now que los correos electrónicos de la candidata demócrata a la presidencia de EE UU apuntan a que esta ordenó armar a los yihadistas en Siria.

«Así, por ejemplo, la desastrosa intervención, absolutamente desastrosa en Libia, la destrucción del Gobierno de Gaddafi, que condujo a la ocupación por el Estado Islámico de grandes segmentos de ese país, los flujos de armas que van a Siria, guiados por Hillary Clinton hacia yihadistas dentro de Siria, incluido el Estado Islámico, que está ahí en esos correos electrónicos. Hay más de 1.700 correos electrónicos de la colección de Hillary Clinton que hemos lanzado, solo sobre Libia», ha dicho Assange al portal.

Assange también ha remarcado que «WikiLeaks se ha convertido en la rebelde biblioteca de Alejandría» ya que se trata de «la colección más significativa de información que no existe en otros lugares, en un formato en que puede buscarse, accesible, citable, acerca de cómo se comportan realmente las instituciones modernas».

Escándalo de correos del Partido Demócrata

El viernes 22 de julio, WikiLeaks publicó más de 19.000 emails de los jefes de campaña de Hillary Clinton. Los correos electrónicos cubren un período comprendido entre enero de 2015 hasta mayo de 2016 y pertenecen a las cuentas de las siete principales figuras del Comité Nacional Demócrata de EE.UU.

La correspondencia muestra que los funcionarios del partido, en contra de las reglas, no eran neutrales a todos los candidatos, y se pronunciaron a favor de Hillary Clinton en las primarias presidenciales, en detrimento de otro candidato, Bernie Sanders. La publicación obligó a renunciar a la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz.


La Gaceta; 02 de agosto del 2016


Denuncian como organización criminal a Hogar Social por sus acciones islamófobas en varias ciudades

La Red Española de Inmigración y de Ayuda al refugiado ha denunciado al colectivo neonazi Hogar Social por su ataques islamófobos en Madrid y Granada tras el atentado de Barcelona. Han presentado dos escritos ante las fiscalías superiores de la capital y Andalucía en los que defienden que estas actuaciones pueden constituir delitos de odio, atentado contra la autoridad, desórdenes públicos y organización criminal.

Los denunciantes aluden en los hechos detallados ante el Ministerio Público de la capital al boicot al minuto de silencio en homenaje a las víctimas organizado por el Ayuntamiento de Madrid y a la colocación de una pancarta islamófoba en el edificio que han ocupado en la capital, con el mensaje "el islam destruye Europa mientras les abrimos las puertas, #terroristaswelcome".

Además, advierten de la aparición de pintadas en la mezquita de San Martín de la Vega (Madrid) y el lema "muerte al islam" en el municipio madrileño de Fuenlabrada al que "acompañan de una cabeza de cerdo a los efectos de proceder a incrementar la carga contra la confesión islámica y así aumentar la estigmatización hacia la misma", argumentan en la denuncia. A pesar de que este grupo neonazi no ha reivindicado en redes la autoría de estos hechos, esta ONG defiende que existe un "hilo conductor" entre las campaña de "provocación y la estigmatización".

En el segundo documento denuncian ante la Fiscalía de Granada el ataque con botes de humo al grito de "islamistas, fuera de Europa" frente a la mezquita de la ciudad andaluza. Ante los hechos que promovieron en Granada, aseguran que este grupo ha alterado "el orden público" y produjo "daños en la estructura" del edificio.

Ambas denuncias fueron presentadas el pasado martes. Esta ONG ya impulsó la investigación del asalto a un lugar de culto en Madrid, situado en los aledaños de la M30. Esta causa continúa abierta, después de que la Policía identificase las huellas de la portavoz de Hogar Social, Melisa Domínguez, en una bolsa que dejaron abandonada tras lanzar las bengalas.

Vinculación del islam y el terrorismo

Entre los delitos que se denuncian ante la Fiscalía, reclaman la imputación de un delito de odio al considerar que Hogar Social elabora "materiales que atacan y busca expulsar, discriminar y atentar contra la dignidad de cualquier persona que tenga o profese la confesión musulmana". "Vinculando de forma directa islam = terrorismo", añaden.

Además, sobre el boicot al homenaje a las víctimas del atentado, reseñan que el colectivo neonazi buscaba "servir de catalizador de las citadas consignas" y advierten que en el evento organizado por el Ayuntamiento de Madrid intentaron "arrojar pintura a los cargos públicos, concejales y portavoces". Por lo tanto, consideran que se les podría imputar un delito de atentdo contra la autoridad.

El letrado de la Red Española de Inmigración también argumenta que los mensajes lanzados en Twitter por la portavoz de Hogar Social bajo la etiqueta #TerroristasWelcome constituyen unos hechos de "especial relevancia penal". "Dichos actos producen como consecuencia directa entre su militancia, simpatizantes y activistas pintadas contra lugares de culto en la localidad de Fuenlabrada y San Martín de la Vega contra la citada comunidad islámica, siendo por ende lógico determinar una suerte de hilo conductor entre ambos elementos (campaña de provocación – estigmatización)", argumentan en la denuncia.

No limitan la petición a estos presuntos delitos, piden también que se les investigue por otro de organización criminal. Por un lado, destacan la "red de financiación a través de donativos" con la que económicamente se apoyan. A raíz de esto, dirigen la denuncia también a las personas que les ayudan a través de esta vía y también reseñan su expansión territorial, con sedes, más allá de los grupos denunciados en esta actuación, en Zaragoza y Toledo, apuntan en el documento .

Por otro, argumentan ante la Fiscalía que este grupo neonazi es una "organización fundacionalmente constituida para, en sus efectos últimos, impulsar campañas de odio y discriminación por lo que concurren en ella lo recogido en el citado artículo 570 bis lo que la identifica como organización criminal".

"Basta ya de tolerar o mirar hacia otro lado. Hogar Social se extiende por España llevando a más de cuatro comunidades autónomas un mensaje de odio e intolerancia que debemos combatir. Hemos de llamarles como lo que son: una organización criminal, creada para delinquir atacando a minorías, creando un irresponsable clima de confrontación social y promoviendo el enfrentamiento entre Españoles por algo tan personal como su confesión religiosa", asegura Daniel Méndez, presidente de la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado en un comunicado.

Por eso, solicitan a las fiscalías regionales que identifique a las personas que participaron en los hechos denunciados, la retirada de las pancartas islamófobas colocadas por este colectivo neonazi y la eliminación de los mensajes difundidos en redes que instiguen al odio. Finalmente, aseguran que han invitado a las instituciones a constituir un "pacto contra la islamofobia y los delitos de odio" para combatir a nivel institucional las actuaciones con "componente racial, religioso y social".

El Diario; 24 de agosto del 2017



El Gobierno autoriza ventas récord de armas por 10.000 millones

Las exportaciones españolas de material de Defensa aumentaron el año pasado un 16,1%, hasta los 3.720 millones de euros, según las estadísticas de la Secretaría de Estado de Comercio. Se superó así el bache de 2014, cuando cayeron un 18%, y se situaron muy cerca del récord histórico de 2013 (3.907,9 millones). Pero la mejor muestra del fuerte crecimiento de las ventas de armas es que el Gobierno autorizó operaciones por 10.676,9 millones, casi el tripe que en 2014.

Las estadísticas oficiales reflejan tanto las ventas efectivamente realizadas como las autorizadas por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU), en la que están representados los ministerios de Economía, Exteriores o Defensa, entre otros. Las segundas no siempre se materializan en el año y a veces no lo hacen nunca, pero son un indicador anticipado de su evolución. En 2012, por ejemplo, las operaciones autorizadas sumaron casi 7.700 millones, el máximo hasta entonces, y en 2013 se batió el récord de ventas, con casi 4.000 millones. Por eso, los más de 10.000 millones autorizados en 2015, una cifra sin parangón desde que hay estadísticas públicas, constituyen un anticipo del fuerte tirón de las exportaciones de material militar made in Spain.

Este crecimiento se debe sobre todo a la empresa Airbus Defence & Space que, a su línea tradicional de aviones de transporte CN235 y C295, ha sumado el nuevo A400M y el avión cisterna A330 MRTT, cuyo montaje final se realiza en España. El 85,6% de las exportaciones en 2015 corresponde al sector aeronáutico, incluida la venta de 30 aviones; mientras que el listado de operaciones ya autorizadas suma hasta 54 aeronaves.

Las ventas a países de la OTAN o la UE suponen menos de la mitad del total (en 2014 representaban el 66%), mientras que el restante 51% se reparte entre 47 países. Estas son las operaciones más significativas:

Arabia Saudí, el mejor cliente. La monarquía saudí sigue siendo el mejor cliente fuera de Europa de la industria española de Defensa. Ya lo era en 2014, pero el año pasado creció en términos absolutos (250 millones más) y porcentuales (pasa del 9,1 a casi el 15% del total). Si se suman los demás reinos del Golfo (Omán, Bahrein, Emiratos, Catar y Kuwait) las compras de armas españolas llegaron a 715 millones.

¿Granadas para la guerra de Yemen? Arabia Saudí ha comprado dos aviones de reabastecimiento en vuelo y uno de transporte, con sus correspondientes repuestos, pero también granadas de mortero o munición de artillería por 42 millones. Según el informe de Comercio, “todas las licencias relativas a munición [para Arabia Saudí] fueron acompañadas de certificados de último destino con estrictas cláusulas de no reexportación o uso fuera del territorio del país”. Es decir, no podría emplearse en la intervención militar que Riad encabeza en Yemen, aunque no se sabe cómo se verifica.



Armar al Ejército iraquí. Donde será fácil hallar munición española es en Irak. España ha vendido espoletas de munición de artillería y para armas ligeras y granadas de mortero por más de 80 millones a las Fuerzas Armadas iraquíes, a las que instruyen 300 militares españoles. Además de seis vehículos blindados con brazo robot para desminado por cinco millones.

Munición para Marruecos. Tras Irak y Arabia Saudí, el mayor comprador de munición española es Marruecos. En 2015 adquirió munición de artillería y antiaérea por 21 millones. El resto de su factura, hasta 24,2 millones, incluye piezas de aeronaves, un equipo electroóptico naval y sistemas de visión nocturna.

Aviones para Egipto. El régimen de Al Sisi, objeto de un embargo parcial tras el golpe de Estado, compró armas españolas por 106,4 millones en 2015. El grueso correspondió a cuatro aviones de transporte (96,7 millones), pero también se vendieron recambios para vehículos de transporte y blindados, cadenas de tanques, repuestos para motores de corbetas y detectores de dispositivos ópticos.



Equipos policiales para Túnez. El país magrebí, acosado por los atentados yihadistas, compró un vehículo blindado, munición de artillería, bombas de aviación y gas de botes lacrimógenos para la policía por 9,9 millones, así como granadas de mano, colorante y aerosoles para antidisturbios por 207.200 euros.

Cooperación con el Ejército turco. Turquía, socio de la OTAN y del A400M, adquirió un avión de dicho modelo, componentes de motores de buques, direcciones de tiro para fragatas y sistemas de comunicaciones por satélite por 167,9 millones.

Base de la OTAN en Afganistán. España vendió un sistema de vigilancia para la base de las fuerzas de la OTAN en el aeropuerto de Kabul (149.300 euros).

Cañones para las patrulleras venezolanas. Caracas compró cañones y una ametralladora ligera para las patrulleras que le vendió Navantia, así como bloques para construir un buque, apoyo logístico y documentación técnica por 15,3 millones en total.

Fin de la guerra en Colombia. A punto de firmarse la paz con las FARC, España vendió en 2015 piezas de aeronaves y helicópteros, repuestos para un vehículo acorazado, blindaje para una patrullera, munición de artillería y sistemas de visión nocturna a Colombia por 12,8 millones.

Equipos para la policía cubana. La Habana compró sistemas de visión nocturna para unidades policiales de control de fronteras y antidrogas por 208.080 euros. El mejor cliente del material antidisturbios español fue Perú, con 2,5 millones.


***


Denegada la venta de balas de goma para Israel

España vendió material militar a Israel por 2,2 millones en 2015, Se trató, según el informe de Comercio, de munición inerte para demostración, espoletas de granadas para reexportar a Tailandia y sistemas electroópticos del avión de combate europeo.

Sin embargo, por vez primera, Israel figura en la lista de destinos a los que se ha negado licencia para exportar. En concreto, se denegó la venta de una partida de cartuchos de balas de goma por su “posible uso en represión interna”. También se denegó la exportación a Israel de una “sustancia propulsante de cohetes”, debido a la situación de inestabilidad regional.

Aunque ambos son buenos clientes de la industria militar española, se negaron licencias para exportar a Egipto (dos partidas de cartuchos de gas lacrimógeno) y Venezuela. En este último caso se trató de recambios de motor de camión y herramientas para reparar blindados.

Tras la anexión de Crimea, Rusia ha sido objeto de varias denegaciones. En concreto, de un lote de circuitos electrónicos integrados por riesgo de desvío a uso militar, así como de un rifle de caza y 60 pistolas de uso deportivo.

También se denegaron las licencias para exportar cartuchos de caza a Guinea-Bissau y Sierra Leona, sulfuro de sodio a Libia y Pakistán, una máquina de conformación por rotación a Myanmar y partes de válvula a Irán.

La decisión de denegar o conceder una licencia puede parecer arbitraria pero, en teoría, lo que se valora no es tanto a quién se vende, sino qué y para qué.



El País; 31 de julio del 2016

1 comentario:

  1. Camaradas, un extraordinario y genial trabajo, como todos los que aportais, sobre todo desenmascarando al revisionismo de los destacamentos comunistas, tanto en España como en el resto del mundo. Salud y revolución socialista.

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